El
popular cantautor y periodista, creador de temas emblemáticos como “Gurisito”,
“A desalambrar”, “El Chueco Maciel”, “Anaclara” y “Por todo Chile”
falleció el lunes 30 de octubre, durante
una intervención quirúrgica en Montevideo. Realizó versiones en español de canciones de
Chico Buarque y difundió la obra propia y de sus colegas a través del programa
radial “Tímpano”, entre otras grandes realizaciones que quedan como testimonio
de su pasión por el arte de aquí.
Daniel
Viglietti nació en Montevideo (Uruguay) el 24 de julio
de 1939. Sus padres músicos, Lyda
Indart (pianista de música académica) y Cédar Viglietti (guitarrista, investigador y escritor) influyeron
decisivamente en el futuro artístico de Daniel.
Su tío pianista, José Indart, fue otro de sus familiares que marcó su gusto
por la música. Daniel comenzó sus
estudios de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música de la Universidad
de la República con el maestro Abel
Carlevaro (1916 -2001). Otro de los
grandes maestros de la guitarra, Atilio
Rapat (1905 – 1988), estuvo presente
en los años de formación de Viglietti.
Comenzó
a actuar públicamente en 1957, integrando el Conjunto Lavalleja. Poco
después comenzó su labor solista, ofreciendo algunos conciertos de guitarra a
través del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica) y componiendo
música original para obras de teatro y cinematográficas. Su primer disco se
titula “Canciones folklóricas y Seis impresiones para
canto y guitarra” y ha sido publicado en 1963. Entre las “canciones folklóricas” se
incluyen dos obras de Atahualpa Yupanqui (Tú que puedes, vuélvete y La
tucumanita), una de sus grandes influencias artísticas. Aparece también
aquí una de las creaciones más significativas de Viglietti, que alcanzará gran
difusión unos años después: Canción para mi América. Su segunda
obra, realizada junto al poeta Juan
Capagorry, es “Hombres de nuestra tierra” (1965).
En
América Latina los movimientos de la nueva canción comenzaron a desarrollarse
bajo diferentes contextos sociales y políticos, pero todos ellos aunados por la
necesidad de superar los límites de la canción comercial, dotando de un
contenido literario y musical más acorde a los nuevos tiempos. El potencial de estas expresiones dio origen
al Primer Encuentro de la Canción Protesta (uno de los nombres que se le daban en esa
época), celebrado entre el 24 de julio y el 8 de agosto de 1967 en la Casa
de las Américas (La Habana,
Cuba). Formaron parte de este fértil
encuentro los hermanos Ángel e Isabel Parra, de Chile, el cantautor valenciano
Raimon y los uruguayos Alfredo Zitarrosa, Aníbal Sampayo y Los Olimareños, así
como el propio Daniel Viglietti. Esta
experiencia marca decisivamente el clima de las canciones que forman parte del
tercer disco del artista: “Canciones
para el hombre nuevo”, de 1968. Este fonograma, cuya mayoría de canciones
fuera registrada en Cuba, incluye un tema creado por Viglietti antes de ese
viaje y grabado en Montevideo: A
desalambrar, que “levantó bastante polvareda” en esos días. El 30 de enero de 1969 Daniel Viglietti,
invitado al programa “Musicanto 69” del canal 5 comenzaba a cantar esta milonga
cuando “por órdenes de arriba” se cortó la transmisión del programa. El disco
fue retirado de toda programación, mientras que la prensa conservadora
manifestó su ira contra el contenido de esta canción en diferentes
oportunidades.
Yo pregunto
a los presentes
si no se han
puesto a pensar
que esta
tierra es de nosotros
y no del que
tenga más.
Yo pregunto
si en la tierra
nunca habrá
pensado usted
que si las
manos son nuestras
es nuestro
lo que nos den.
¡A
desalambrar, a desalambrar!
que la
tierra es nuestra,
tuya y de
aquel,
de Pedro,
María, de Juan y José.
Si molesto
con mi canto
a alguien
que ande por ahí
le aseguro
que es un gringo
o un dueño
del Uruguay.
Ese
año el presidente Jorge Pacheco Areco “inició una rígida y agresiva política
contra vastos sectores populares, desencadenando de ese modo un trágico proceso
que costó mucha sangre joven; proceso cuyos rasgos más visibles fueron: la
brutal represión antiobrera y antiuniversitaria, una embestida contra la
guerrilla urbana (tupamaros), que rápidamente se transformó en una embestida
contra el pueblo, un colapso económico de catastróficas proporciones, y como
consecuencia de esos desastres desencadenados, un monstruoso y dramático éxodo”
[1]
En
1970 Viglietti publicó un nuevo disco, “Canto libre”, que contiene las canciones Esta
voz nombra, La canción de Pablo y dos composiciones de Violeta Parra: Mazúrquica modérnica y Que
vivan los estudiantes. El año siguiente apareció en el mercado el
primer disco estereofónico del artista, grabado en los estudios de EMI Odeon
Argentina: “Canciones chuecas”, cuyo título hace alusión a la que será una de
las canciones emblemáticas de cantautor montevideano: El Chueco Maciel. Este
disco también incluye los temas Gurisito, Sólo digo compañeros, Qué dirá el
Santo Padre (Violeta Parra) y Masa (sobre un poema de César
Vallejo).
Maravillado
por la canción Construção, de Chico
Buarque, con el uso de palabras esdrújulas que se van intercambiando en los
diferentes párrafos de la obra sin perder el sentido literario, Daniel decidió traducantar esta y otras obras de
músicos brasileños “para una mejor comprensión del público de habla hispana”.
Así nace la primera parte del disco “Trópicos”,
que se completa con un lado B
dedicado a los jóvenes exponentes de la Nueva
Trova Cubana: Noel Nicola, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez. El disco se publicó en Cuba como “Daniel Viglietti y el Grupo de
Experimentación Sonora del ICAIC”, nombrando al excelente grupo instrumental y
vocal que lo acompaña y en el que participaba el nombrado trío de trovadores.
Dirigido por el eximio Leo Brower, este grupo ha sido el responsable de
musicalizar muchísimas películas cubanas durante el primer lustro de los años
70. En Uruguay el disco apareció con el título mencionado más arriba y con el
que continuó circulando por el mundo. En mayo de este año (1972) el régimen
uruguayo decidió encarcelar a Viglietti por el contenido de sus canciones.
Estuvo detenido en la Jefatura de Policía, sita en la intersección de las
calles San José y Yi y fue liberado gracias a la presión nacional e
internacional. Limitado de trabajar en
su país, realizó giras por Argentina (donde se grabó parte del material que
aparecerá en el disco “Daniel Viglietti
en vivo”) y a finales de 1973 se radicó en Francia.
Durante
los años de exilio Daniel Viglietti confesó poder componer “contra viento y
marea pero no contra distancia”. Sin embargo, se mantuvo muy activo en el Viejo
Continente: “Tuve el privilegio de no tener que cambiar de oficio. Es cierto
que tampoco pude mantenerme solamente con la música en todos esos años; tuve
que ayudarme con trabajos relacionados con el periodismo radial, con la
creación de programas radiales” [2]. Esta labor dará origen a lo que muchos
años después será su programa “Tímpano”,
dedicado a la difusión de músicos latinoamericanos. En 1982 su colega Chico Buarque lo invitó a Rio de Janeiro y le propuso traducir
varias de sus canciones para el disco “Chico
Buarque en español”. Esta producción, muy difundida internacionalmente,
incluye A pesar de usted (Apesar de você), Oh, que será (O que será),
Construcción (Construção) y otros grandes éxitos del músico carioca
vertidos a nuestro idioma con muchísima creatividad por Viglietti. Las actuaciones, conferencias sobre la
canción popular y los programas radiales se sumaban a los actos solidarios con
los pueblos del sur latinoamericano en diferentes países europeos (Francia,
Alemania, España, entre otros).
Daniel
Viglietti ha sido uno de los artistas participantes del histórico Concierto de la Paz en Centroamérica (“Abril
en Managua”) realizado el 23 de
abril de 1983 en la Plaza de la Revolución de la capital nicaragüense. El concierto se llevó a cabo gracias a la
solidaridad de entidades holandesas, alemanas y griegas y contó también con el
arte de Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Alí Primera,
Amparo Ochoa, Chico Buarque, Adrián Goizueta y los hermanos Carlos y Luis Enrique Mejía
Godoy, entre otros. En esa oportunidad Viglietti estrenó su
reciente Declaración de amor a Nicaragua y compartió su celebradas Canción
para mi América y A desalambrar.
La
antesala a su ansiado regreso al Uruguay se dio cuando el músico llegó a Buenos
Aires para ofrecer dos conciertos en el Estadio Luna Park. Los días 23 y 26 de
marzo de 1984 marcan el reencuentro de Daniel Viglietti con el público
argentino y también con cientos de uruguayos, entre residentes en esta ciudad y
quienes viajaron especialmente a este evento artístico. El sello Music Hall
editó dos discos con selecciones de estos recitales, titulados “Trabajo de hormiga” y “Por
ellos canto”. Poco tiempo después, Daniel Viglietti y Mario Benedetti ofrecieron un recital
conjunto de música y poesía. “Benedetti,
con poemas nuevos, hizo un itinerario de los exilios, los retornos (“Quiero
creer que estoy volviendo”, decía don Mario) en ese tono coloquial y
directo, tan suyo. Viglietti retomó, a veces en fragmentos que se unían en
torno de un poema, su creación reciente: “Trabajo
de hormiga”. No siempre un recital que incluye poesía congrega tanto silencio,
tanta receptividad. El “Por qué cantamos” en la voz de su
autor, con fondo de guitarra, y “Subversión de Carlitos el Mago”
quedarán clavados en los oídos de mucha gente por su enorme poder comunicativo,
por sus palabras exactas.” [3]
Viglietti
regresa definitivamente al Uruguay el 1° de septiembre de 1984, desde Buenos
Aires. En diálogo con Mario Benedetti, el querido cantautor rememoraba: “…saliendo
del avión ya fuimos caminando hacia la salida del aeropuerto, y allí se
mezclaban familias, amigos, compañeros (…) De allí fuimos en ómnibus, con una
larga caravana de autos por la Rambla, donde cada esquina era como un río de
gentes que llegaban con banderas; y uno se preguntaba dónde habían estado
escondidas todos esos años, porque había banderas rojas, banderas rojinegras,
imágenes del Che, muchas veces sostenidas por adolescentes, hasta por niños”.
[4] La noche de ese día 1° y la tarde del día siguiente Viglietti dio sus
primeros conciertos en tierra uruguaya tras el largo y obligado paréntesis con
su pueblo. El Estadio Luis Franzini, sede del Defensor Sporting Club, fue el
escenario del reencuentro con grandes personalidades de la cultura y la
política que se acercaban a escuchar a Daniel, así como el público montevideano
que colmó el recinto. “Para mí ese recital fue sin ninguna duda el más fuerte
de toda mi vida” [5]. El sello local Orfeo editó una selección de este
concierto en un disco titulado “Por ellos canto”.
La relación amistosa y artística con el
escritor Mario Benedetti no era nueva. Mario había entrevistado al
músico en más de una oportunidad y escrito el ensayo “Daniel Viglietti” sobre
la vida y obra del cantautor montevideano (Ediciones Júcar, 1974); en Europa
sus caminos volvieron a cruzarse,
buscando ambos artistas nuevas formas de expresión estando lejos de su tierra natal. Aquel recital de música y
poesía reseñado por Alejandro Tarruella constituyó el primer volumen
discográfico de la obra titulada “A dos voces” (1985), cuya originalidad consiste
en diferentes abordajes de una misma temática, complementándose la labor
creativa de ambas personalidades. Así Por
qué cantamos da lugar a Canción nueva y Bandoneón a No
tan gotán, por citar apenas un par de ejemplos. El segundo volumen (1987) fue registrado en
mayo de 1985 en Montevideo, conteniendo Allende / Por todo Chile y Refranívocos
/ El diablo en el paraíso, esta última creada por Violeta Parra. En
el año 2000 el sello Ayuí reunió los dos volúmenes originales en un solo CD,
agregando un surco registrado en Buenos Aires en 1993, conteniendo la canción La
llamarada (Julián García y Jorge Salerno) por Viglietti y el poema Pregón por Mario Benedetti. En cuanto a ediciones literarias, hay dos
obras dedicadas por el poeta y escritor de Paso de los Toros al trovador
montevideano: el volumen 6 de la Colección
“A viva voz” (“Anaclara y otras canciones”) (Espasa Calpe, 1994) y el libro
del cual hemos extractado algunos párrafos muy interesantes para esta nota: “Daniel Viglietti, desalambrando” (Seix
Barral, 2007).
El
primer álbum con canciones originales después de veinte años es una obra mayor.
Es también la primera de sus obras
aparecida directamente en el formato de disco compacto y se titula “Esdrújulo”, retomando aquella idea inspirada en una obra
de Chico Buarque. El fonograma, publicado en 1993, tiene producción musical del propio Viglietti
y de Coriún Aharonián, quien ha participado de los arreglos de varias de las
canciones aquí contenidas. Prólogo, Esdrújulo y Epílogo
son las tres creaciones que hacen honor al título del álbum. Pero hay
también obras muy valiosas como Nocturna, con un clima musical
intenso y emotivo que acompaña una lírica de notable expresividad. Las
agujas de un reloj, con arreglos de los productores y de Jorge Trasante,
propone una historia muy interesante con ingeniosos juegos de palabras, sin
dejar de lado la delicada y dedicada musicalidad presente en las canciones de
Viglietti. Mucho, poquito y nada, La canción de Trilce y Canción
para armar son algunos de los títulos que forman
parte de este disco tan esperado, que ya se ha convertido en uno de los
“clásicos” de la música popular uruguaya.
En
todos estos años Viglietti se mantuvo muy activo. Si bien su actividad
discográfica no fue tan intensa, el artista estuvo abocado a ofrecer recitales
en Uruguay, Argentina, Chile, España y otros países. Algunas de esas
presentaciones fueron “Canciones humanas”, ofrecido junto a La Banda en Sol Mayor en el
Teatro Solís (Montevideo, diciembre de 2009), su participación en el Festival Barnasants (Barcelona, 2012) y su espectáculo “Daniel Viglietti recuerda a Mario
Benedetti” (Santiago de Chile y Montevideo, 2010, y Buenos Aires,
2011). A partir de su gran archivo de
entrevistas a músicos y escritores, denominado “Memoria sonora de América Latina”, Daniel comenzó a realizar en 1994 el programa “Tímpano”, emitido por Radio El Espectador en Montevideo
y retransmitido en Argentina por Radio Nacional. Diez años después realizó una versión
televisiva denominada “Párpado”, producida por el canal
montevideano TV Ciudad. Algunos capítulos fueron emitidos por la cadena
latinoamericana Telesur y el canal argentino Encuentro. En 2012 Daniel Viglietti recibió el Premio Barnasants (Cataluña, España) y fue distinguido con el Premio Morosoli, entregado por la Fundación Lolita Rubial por
su trayectoria y aporte a la cultura nacional (Montevideo, Uruguay). En 2015 recibió el Premio Noel Nicola (La Habana, Cuba), mientras que su ciudad
natal lo honró con la distinción “Guitarra Negra” ese mismo año.
Su
última producción discográfica oficial se titula “Devenir”, compuesta por registros en vivo realizados
entre 2001 y 2004, año de su publicación. El único tema grabado en estudio es
una versión instrumental del Vals de
la duna, que data de 1997. Entre
los títulos que sólo aparecen en este fonograma se encuentran Chiapaneca,
Idilío (sic) y Che por si Ernesto. En 2008 apareció en Uruguay una antología en
vivo titulada “Trabajo de hormiga” que incluye la mayor parte de los temas del
disco original del mismo nombre grabado en Buenos Aires en 1984 y selecciones
de los dos discos titulados “Por ellos canto” (Buenos Aires, 1984 y Montevideo,
1985), así como cuatro canciones del disco “En vivo”, que sólo se editó en
vinilo en Francia. Hay dos pistas
inéditas grabadas en la capital argentina en 1972: Canción del guerrillero heroico y
Lamarca,
ambas compuestas por Viglietti.
En
su último recital en Buenos Aires, reseñado por FOGÓN LATINOAMERICANO, el
artista oriental recorrió su amplia trayectoria a través de títulos muy
conocidos por el público porteño, adaptando algunos de ellos a las nuevas
realidades de nuestro continente. El
espectáculo, brindado a sala llena, incluyó algunos temas inéditos como Tiza
y bastón y Ojaleando, así como un
hermoso homenaje a la recordada cantante mexicana Amparo Ochoa. También estuvieron presentes en el
recuerdo de nuestro visitante el escritor Eduardo Galeano y los cantautores Horacio Guarany, Noel Nicola,
Atahualpa Yupanqui y Antonio Tormo.
La
obra de Daniel Viglietti recibió tempranamente la admiración de diferentes
artistas de la región. El cantautor chileno Víctor Jara grabó sus composiciones Cruz de luz y A
desalambrar. Ángel e Isabel Parra incluyeron en su repertorio la Canción
para mi América, mientras que Charo
Cofré recreaba apasionadamente su Gurisito.
La Milonga de andar lejos fue registrada por el grupo Quilapayún en su cuarto disco (1970),
mientras que Negrita Martina apareció interpretada en diferentes épocas por
dos artistas argentinas: Mercedes Sosa y Marina
Luppi. Otras versiones interesantes de Gurisito
han sido creadas por artistas uruguayos. Hay una hermosa recreación
instrumental a cargo de Leo Maslíah, en tanto que Cristina Fernández llevó al
disco una versión en idioma gallego titulada Pequerrechiño, traducida
por ella misma junto a Carmen Lorenzo.
Las
presentaciones más recientes de Viglietti tuvieron lugar el 30 de septiembre en
AntelFest, evento organizado por la empresa Antel en Piriápolis (Maldonado) y el
27 de octubre en el municipio Las Piedras (Canelones), evento que contó con una
exposición de dibujos de Juan Capagorry.
El popular artista falleció en Montevideo a los 78 años por complicaciones durante una
intervención quirúrgica. Sus restos
fueron velados en el capitalino Teatro Solís. Público de todas las edades,
colegas y personalidades de la izquierda política despidieron al artista
entonando varias de sus canciones: Gurisito,
El Chueco Maciel y La llamarada. Queda
su grandiosa obra musical y periodística que ha marcado un hito importantísimo
en la historia del arte en Uruguay y en América Latina.
Discografía
solista:
Canciones
folklóricas y 6 impresiones para canto y guitarra (1963)*
Hombres de
nuestra tierra (con Juan Capagorry, 1965)*
Canciones
para el hombre nuevo (1968)*
Canto libre (1970)*
Canciones
chuecas (1971)*
Trópicos (con el Grupo de Experimentación Sonora del
ICAIC, 1972)*
En vivo (grabaciones de 1971 y 1972 en Argentina)
(Francia, 1978)
Trabajo de
hormiga (en vivo en Buenos Aires, 1984)**
Por ellos
canto (en
vivo en Montevideo, 1984)
Por ellos
canto (en vivo en Buenos Aires. Grabado en 1984.
Editado en 1985)
A dos voces,
Vol. 1 (con Mario Benedetti, 1985)***
A dos voces,
Vol. 2 (con
Mario Benedetti, 1987)***
Esdrújulo (1992)
Devenir (2004)
Trabajo de
hormiga (Antología de registros en vivo , editado en
2008)
*Reeditados
en CD por el sello Ayuí
**Reeditado
en CD por Página/12 (Argentina) bajo licencia Ayuí
***Reeditados
en un solo CD por Ayuí
Notas:
[1]
Mario Benedetti: “Daniel Viglietti, desalambrando”. Pág. 11 y 12. Seix Barral,
Argentina, 2007.
[2]
Op. cit. Pág. 118
[3]
Nota del periodista Alejandro C. Tarruella en la revista “Hum®”, 1984
[4]
Op. Cit. Pág. 132
[5] Op. Cit. Pág. 134
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