La
XI edición argentina de este prestigioso evento se desarrolló en la sede
central de Santa Fe entre los días 26 y 29 de octubre. También hubo talleres y conciertos en otras
ciudades del país como Rosario y San Miguel de Tucumán.
Nacido
en 2006, el Festival Internacional “Sonamos Latinoamérica”
trabaja en forma ininterrumpida para crear canales de difusión de música
latinoamericana, convocando artistas, gestores culturales, entidades públicas y
privadas y al público en general. Con el
correr de los años se abrieron nuevas sedes en diferentes países: Colombia,
Venezuela, Uruguay, Perú, México, Chile, Bélgica y Dinamarca. El año próximo se
prevé abrir una sede en Brasil. Además
de los programas de conciertos y talleres didácticos, el espacio cuenta con un
programa radial emitido los martes por la noche por LT10, Radio Universidad
Nacional del Litoral http://www.lt10digital.com.ar que puede
escucharse a las 9:30 PM en Venezuela, 9 PM en Colombia, Ecuador y Perú, 22 hs
en Chile y 23 hs en Argentina y Uruguay. En 2012, con el apoyo del Ministerio
de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, “Sonamos Latinoamérica”
inauguró su sello discográfico con la edición de tres discos compactos, uno de
ellos conteniendo una selección del Festival realizado en 2011 en esa ciudad.
El
concierto inaugural de este año se
realizó el jueves 26 de octubre en el Mercado
Progreso con las actuaciones del Dúo Cernotto – Macor (Santa Fe), Marino Frezetti (Entre
Ríos), la Agrupación Coral “Cantares” (Santa Fe), La Contienda (Colombia / Argentina) y Vasti Michel Grupo (Chile). Estuvimos presentes en las tres fechas
siguientes para poder llevar a nuestros lectores un panorama de este evento
“singular y plural”, como ha sido definido muy acertadamente.
XI Festival
Internacional “Sonamos Latinoamérica”
Centro Cultural Provincial “Francisco ‘Paco’
Urondo”
Junín 2457
Santa Fe
Argentina
Viernes 27
de octubre de 2017
La Sala “Horacio Castillo” del Centro Cultural Provincial es nuevamente
la sede principal del Festival. La amena presentación de Mariana Steckler nos adentra en la trayectoria de cada uno de los
grupos y solistas que se presentarán cada noche de conciertos. En primer lugar
podemos apreciar un video realizado por la Cooperativa
de Trabajo Nalá Ltda de Monte Vera
(Santa Fe) titulado “Tierras de Músicas” (Capítulo 1) dedicado a Sonamos Latinoamérica.
Mariana
Steckler
Los
primeros artistas de la noche son María
Alejandra Díaz Roldán y Fidel Alejandro
Ferrández, integrantes del dúo Vidaleros, de Santiago del Estero (Argentina). María Alejandra es Maestra de danza
clásicas, contemporánea y Danzas Nativas Folklóricas, y Licenciada en
investigación Folklórica en mención culturas tradicionales de familia
Santiagueña . Es además Directora artística del proyecto Cumechej, que busca
compartir saberes ancestrales en espacios no convencionales tomando como eje el
cuerpo y la voz.
María A.
Díaz Roldán
Fidel
Alejandro Ferrández , originario de la ciudad de Fernández, es vidalero referente de
nuestro canto de la vida y nuestro folklore.
El dúo se formó hace un año “como necesidad de mantener una tesitura musical de
una primera y segunda voz referencial de este canto ancestral que permita
mantener la sonoridad del monte y el canto intimista de este paisaje sonoro de
raíz”, nos cuenta María Alejandra.
Fidel A.
Ferrández
Las
primeras coplas forman parte del Canto Chej y Tonocotec, referencia
de los pueblos originarios del centro y sur de lo que actualmente es la
provincia de Santiago del Estero. Finalizada esta interesante interpretación, cada uno de los cantores se alterna para
brindar versiones personales de Añorando mi querencia(Alfonso
Ledesma) y Sentir en vidala (Guillermo Reinoso y Olga Isabel Bravo), a
través de recursos mínimos. Canto y caja bastan para expresar un mensaje
vibrante y pleno de sabiduría. El género que da nombre al dúo, la vidala, es
una composición poética cantada generalmente a una voz y se dice que nació en
los montes santiagueños.
Vidaleros
Ambos
artistas unen sus voces en una vidala dedicada al padre de María Alejandra
titulada A la memoria, seguida por Esa cajita que toco (Motivo popular
/ Hnos. Ábalos), que puede apreciarse en este registro audiovisual:
Video: Esa
cajita que toco
Acto
seguido, los artistas entregan a Oscar Gomítolo, uno de los realizadores de
este evento, un reconocimiento personal: se trata de un hermoso escudo de la
provincia de Santiago del Estero.
Entrega del
escudo a O. Gomítolo
El
último tema de esta presentación cuenta con la participación especial del
guitarrista Cacho Hussein: la Vidala del adiós, de
Julio Argentino Jerez (1900 – 1954), en apasionada recreación del dúo
Vidaleros.
Cacho
Hussein
Cecilia
Arellano
es una destacada artista nacida en Rosario. Es profesora de música en la
Universidad Nacional del Litoral, habiendo realizado estudios en la
Universidade Estadual Paulista UNESP (Brasil) y en el Koninklijk Conservatorium
(Conservatorio Real de La Haya, Países Bajos). Residió en São Paulo y en
Europa, llevando su arte a un amplio público a ambos lados del Atlántico. Es una intérprete multifacética que ha
abordado la música vocal, barroca, de cámara, óperas y otras expresiones
artísticas. En esta oportunidad recreará varias canciones de su disco “Choro para Carmen”, publicado en 2006 en
el Viejo Continente y reeditado en 2013 por Random Records, Argentina.
Cecilia
Arellano
Cantante
y actriz luso-brasileña, Carmen Miranda (Maria
do Carmo Miranda da Cunha, 1909 – 1955) fue una de las artistas más populares
de Brasil entre las décadas de 1930 y 1950.
Cecilia Arellano recrea varios de sus éxitos, comenzando con Polichinelo
(Gadé y Almany Grego, 1936), acompañada por Mauricio Guastavino (guitarra de 7 cuerdas) y Mauro Leyes (cavaquinho y
guitarra). La profunda identificación de la cantante con el repertorio
brasileño fructifica en deliciosas versiones para aprecio de los oyentes.
Mauricio
Guastavino
Cidade lagoa
(“Ciudad laguna”) (Sebastião Fonseca y Cícero Nunes) es un samba de 1954 que retrata
acertadamente una realidad aun no resuelta en la populosa ciudad de Rio de
Janeiro: los anegamientos que se producen por la mala planificación que padece
esta urbe.
Esta cidade,
que ainda é maravilhosa,
Tão cantada
em verso e prosa,
Desde os
tempos da vovó.
Tem um
problema, crônico renitente,
Qualquer
chuva causa enchente,
Não precisa
ser toró.
Basta que
chova, mais ou menos meia hora,
É batata,
não demora, enche tudo por aí.
(Esta ciudad
que aún es maravillosa
Tan cantada
en verso y prosa
Desde los
tiempos de la abuela
Tiene un
problema crónico resistente,
Cualquier
lluvia causa inundación
No necesita
ser tempestad
Basta que
llueva más o menos media hora
Mauro Leyes
Del
año 1952 data esta marchinha de
Carnaval: Estrela do mar, de Paulo Soledade y Ma Pinto, interpretada con
perfecta dicción y vibrante musicalidad:
Um Pequenino
Grão De Areia
Que Era Um
Pobre Sonhador
Olhando o
Céu Viu Uma Estrela
E Imaginou
Coisas De Amor
Passaram
Anos, Muitos Anos
Ela no Céu e
Ele no Mar
Dizem Que
Nunca o Pobrezinho
Pode Com Ela
Encontrar
(Un pequeño
grano de arena
Que era un
pobre soñador
Mirando al
cielo vio una estrella
E imaginó cosas de amor
Pasaron
años, muchos años.
Ella en el
cielo, él en el mar.
Dicen que
nunca el pobrecito
Con ella se
pudo encontrar)
Serenata
antiga (Paulo César Pinheiro) está antecedida por un fragmento de un
texto de Jorge Luis Borges, uniendo de alguna manera las culturas argentina y
brasileña. La apasionada versión de
Cecilia Arellano , intérprete detallista y de gran expresividad, continúa con
el tema Eu e a brisa, de Johnny Alf (Alfredo José da Silva, 1929 –
2010), “dedicada a los pueblos indígenas desaparecidos y a todos los
desaparecidos”.
Las
canciones que marcan el tramo final de esta memorable actuación son Roseira
branca (samba – choro de Gadé y Walfrido Silva, 1935), alegoría de un
desamor, y Estrada do sol (letra de
Dolores Durán y música de Tom Jobim), que hemos seleccionado para compartir con
nuestros lectores en formato audiovisual:
Video:
Estrada do sol
Formado
en 2008, el Trío Picaporte (Medellín, Colombia) está
integrado por Wilson Luján (tiple), William Posada (bandola) y Nelson Montoya (guitarra).
El formato tradicional andino nos permite apreciar diferentes ritmos de
esa región colombiana aun poco conocidos en esta parte del continente. El
primero de ellos es un pasillo (género musical en compás de ¾ originado en los
Andes neogranadinos) titulado Acuarela (Adolfo Mejia Navarro) y
forma parte del CD “Una acuarela a Jesús
Zapata Builes” (2016).
Video: Acuarela
Otro
género representativo de la zona andina colombiana (Antioquia, Santander,
Boyacá, Cundinamarca, Tolima y Huila) es la guabina. De César Macías Muñoz
podemos escuchar La guabina roja, composición en la que se aprecian plenamente las
sonoridades de los tres instrumentos de cuerdas. Otro de los géneros singulares de la nación
colombiana es el bambuco, danza de aire mestizo en compás de 6/8. Está representado en esta actuación del Trío
Picaporte por una creación de Francisco Cristancho titulada Guatavita.
Wilson Luján
Le
sigue un pasillo en honor al maestro Jesús Zapata creado por William Posada,
compuesto de tres partes: una triste y las dos siguientes más alegres. La
bandola andina, tocada por el autor de esta obra, tiene una sonoridad
preeminente en la ejecución de esta pieza instrumental, mientras imágenes
pictóricas provistas por el propio trío se proyectan detrás de los
protagonistas.
William
Posada
El
Torbellino
de mi tierra (Francisco Cristancho) hace honor a la danza y música
propias de los departamentos Cundinamarca, Santander y Boyacá. A pesar de su
nombre, se considera al torbellino una danza tranquila. Bandola, tiple y guitarra recrean con
meticulosidad esta composición.
Nelson
Montoya
Como
tema final, el Trío Picaporte nos regala un ingenioso mosaico (popurrí) que aúna tres melodías de origen estadounidense
muy populares en el mundo: Don’t worry, be happy (Bobby
McFerrin), El inspector y Pink Panther’s theme (Tema de La Pantera
Rosa), estos últimos surgidos del talento de Henry Mancini (1924
-1994). Y aunque a priori estas melodías
parecieran ser muy lejanas a la cultura andina colombiana, las cuerdas de este
origen y la guitarra le sientan muy bien a cada una de ellas, en la valiosa
adaptación y recreación de este joven terceto.
Ana Contreras es Licenciada en Educación
Musical (UMCE, Chile), Pedagoga y Profesora de canto vocal. Nacida en Santiago
de Chile, reside actualmente en Paraná, capital de la provincia argentina de
Entre Ríos. En esta oportunidad la acompaña en guitarra y tiple Álvaro Figueroa Rodríguez, músico independiente santiaguino
residente en Rosario. Ambos recrearán un
repertorio dedicado enteramente a la multifacética artista Violeta Parra (1917 – 1967) en el marco del centenario de su
nacimiento.
Ana
Contreras
Cuando
se alza el telón se escuchan dos instrumentos de origen mapuche: el kultrum
(especie de tambor) y la trutruka (aerófono similar al erke) ejecutados por Ana
y Álvaro respectivamente. El canto ancestral de ese pueblo antecede la versión
de Arauco
tiene una pena, composición que
lamentablemente no ha perdido un ápice de vigencia. La valiente denuncia de
Violeta estremece profundamente cuando vemos avasallados los derechos de las
comunidades originarias en Argentina y en Chile. Una obra popular recopilada y
adaptada por la incansable artista trasandina, Casamiento de negros, está
recreada en esta ocasión con ciertos aires de música peruana. La versión puede
apreciarse en el siguiente registro:
Video:
Casamiento de negros
Ana
lee un fragmento de las Décimas de Violeta como introducción
al tema musical El amor, compuesto por Luis Advis en base a aquel libro de la Viola chilensis. Según el favor del viento, estilo sirilla creado en 1962, es
otra de las canciones de denuncia de los pueblos que habitan Chile, esta vez
los habitantes de la isla grande de Chiloé. Con un lenguaje sencillo y a la vez
poético, la popular compositora revela “las injusticias de siglos”, solidarizándose
con los más necesitados. Gracias a la vida, una de las
últimas composiciones de la artista chillaneja, aparece en esta ocasión
recreada con dulzura y musicalidad.
Álvaro
Figueroa
Antes del próximo tema, Ana presenta los
diferentes instrumentos utilizados en sus interpretaciones. En su versión de
dos cuecas enganchadas utilizará el tormento (instrumento percutivo) mientras
que Álvaro hará lo propio con la guitarra y el pandero cuequero. Así podemos apreciar La mariposa (tradicional)
y la célebre Los pueblos americanos, un claro alegato en contra de las
guerras. Didáctico, variado, ameno y
pleno de belleza, el recital de Ana Contreras y Álvaro Figueroa es uno de los
mejores números de un festival que de por sí apuesta por la alta calidad
artística.
El
cierre de esta segunda noche de conciertos en Santa Fe está protagonizado por
el Ensamble Guarura, de Colombia. El juvenil conjunto está
integrado por Zahira Noguera (cuatro), Julián Croswaithe (bajo), Jennifer Noguera (arpa), Lizeth Viviana Vega Mejía (canto) y Diana Castañeda (maracas). Ha editado un CD titulado “Mujer con aroma a joropo” (2014), fruto de varios años de esmerado
trabajo.
Lizeth Vega
Mejía
Entre
las primeras interpretaciones que podemos disfrutar se encuentra una titulada Mosaico
del folklore colombo – venezolano, compuesta en realidad por varios
clásicos de la música de Venezuela como La potranca zaina (Juan Vicente
Torrealba), El gavilán (Popular – Ángel Custodio Loyola) y Alma
llanera (Pedro Elías Gutiérrez). El singular carisma de la cantante Lizeth Vega Mejía es uno de los
atractivos de esta presentación.
Video:
Mosaico del folklore llanero
Hay
un tema de cosecha propia, creado por Julián Croswaithe, bajista de la
agrupación, titulado Llanera, seguido por otro Mosaico
de temas de esa región del norte sudamericano, que incluye la canción Guayabo
negro (Germán Fleita Beroes e Ignacio Figueredo).
Julián
Croswaithe
Jennifer
Noguera (arpa llanera), Zahira Noguera (cuatro y
coros) y Diana Castañeda (maracas) realizan un aporte fundamental al
sonido del grupo, además de vestir—al igual que Lizeth—coloridos trajes típicos.
Zahira
Noguera
El
hermoso sonido del arpa da comienzo al pasaje Tierra majestuosa, de
Jorge Gómez. A continuación Lizeth invita a personas del público a subir al
escenario a recibir una clase de baile mientras tocan un joropo. La simpatía de la cantante puede más que la
timidez de la gente y varias parejas aceptan la propuesta de aprender a danzar
este ritmo.
Jennifer
Noguera
La
bandola llanera, instrumento de cuerda acompañante del joropo, también está
presente en el repertorio del Ensamble Guarura, ofreciendo un amplio panorama
de la música colombo – venezolana con especial toque femenino.
Diana
Castañeda
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