A
sus 90 años, el artista litoraleño se encuentra pleno de vitalidad: ha
presentado una selección de obras plásticas propias y continúa agasajando a sus
numerosos seguidores con su canto y poesía.
Ayala canta
sus 90 en el Hernández Ramón
Museo de
Arte Popular José Hernández
Avenida del
Libertador 2373
Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Sábado 14 de octubre de 2017
Nacido
en Garupá, provincia de Misiones, en 1927, Ramón Gumercindo Cidade, más
conocido como Ramón Ayala, es uno de
los grandes referentes de la música de raíz folklórica argentina. Comenzó a
tocar la guitarra a los 14 años, interesándose en las músicas regionales, con
gran influencia de ritmos brasileños y paraguayos. Tocó con artistas de la
talla de Damasio Esquivel, Samuel Aguayo, Félix Dardo Palorma y Margarita
Palacios. Dado que su provincia natal carecía de un ritmo propio, se
propuso crear uno. Así, en los años 60, surgió el gualambao, que se escribe en compás de 12/8. Ayala ha escrito más de 300 canciones
populares, escrito varios libros de cuentos, poemas y viajes, y ha expuesto sus
pinturas en Sudamérica, Europa y Asia.
Ramón Ayala
El
Museo de Arte Popular José Hernández ha acogido su muestra "Ramón Ayala. La pintura y la poesía hecha canción", que permanecerá hasta el 19 de noviembre de
este año. A su vez, nos ha propuesto escuchar al artista en un recital gratuito
que contó con una retrospectiva de sus temas más conocidos y otros igualmente
valiosos y plenos de sabiduría. Se había previsto que el artista se presentara
en el patio central, pero para cuidar su salud en una tarde-noche algo fresca y
húmeda se decidió realizar el evento en una de las salas disponibles. Sin tener
las condiciones técnicas ideales (iluminación y sonido) y con una capacidad
desbordada por la gran cantidad de público asistente, Ayala brindó un
espectáculo sobrio pero profundamente emotivo y cálido.
La
poesía estuvo presente desde el comienzo, con unos versos dedicados por el
querido artista a La guitarra. Con serena elocuencia y sencilla expresividad, Ayala
logra el total silencio del público, que se deleita con cada palabra del poeta
y músico. El joven guitarrista Iván
Elizaincin lo acompaña con un instrumento de doce cuerdas que brinda una
hermosa musicalidad a cada canción. Mi pequeño amor enaltece el sentir
del creador en bellísimos versos que no dejan de evocar su paisaje natal:
Mi pequeño
amor
es un río
azul,
es como una
flor
que abre su
corola en mis manos.
Todo vive en
ti
el junco y
la estrella que muere
y en tus
ojos negros
Iván
Elizaincin
Soy el árbol es una hermosa poesía que aúna el paisaje
natural con los afectos humanos, recitado con ese espíritu genuino que
caracteriza a Ramón Ayala. Posteriormente comienza a hablarnos del gualambao,
aunque un tema va trayendo otro y así podemos adentrarnos en la Guerra de la
Triple Alianza, nefasto acontecimiento regional narrado por el artista en su
libro "Las trincheras ardientes del
Paraguay", editado en 2015. Retomando el tema del gualambao, Ayala nos
cuenta la influencia de ritmos del país guaraní como la galopa y su creación de
una nueva expresión basada en nuestras "influencias telúricas". Un
ejemplo de esa creación está expresado en su Canto al Río Uruguay:
Uruguay,
misionero y trepador
por el Moconá
se va tu canto de sol.
Uruguay,
gigantesca curiyú,
es una
jangada azul
cayendo
hacia el mar.
Una
obra muy interesante es Mi escuela de Gálvez, poema de José
Pedroni (1899 - 1968) con música de Jorge Alberto Rojas. Fue grabada por Ayala
en el CD "Testimonial"
(2007). Sus primeros versos dicen:
Mi escuela,
aquella escuela, no tenía
ni nombre ni
linaje, y ya no existe.
Si digo que
la quise, mentiría.
Fue ella
quien amó a su niño triste.
A
pedido del numeroso público asistente, el artista misionero brinda varias de
sus canciones más conocidas. El rasguido doble El cosechero adquirió
renombre internacional en la voz de la recordada cantora Mercedes Sosa y más recientemente recibió versiones cantadas e
instrumentales como las de Damián
Verdún, Claudio Bustos y el grupo Acutún
Che. Con una poesía despojada de artificios, Ayala retrata la tarea del
trabajador rural y su entorno:
Rumbo a la
cosecha, cosechero yo seré
y entre
copos blancos mi esperanza cantaré
con manos
curtidas dejaré en el algodón
mi corazón
La tierra
del Chaco quebrachera y montaraz
prenderá en
mi sangre con un ronco sapucay
y será en el
surco mi sombrero ,bajo el sol,
Corochiré (en la
grafía actual del guaraní: korochire)
es el nombre dado en Paraguay y en regiones aledañas de la Argentina al
zorzal. Este gualambao inspiró el disco
del mismo nombre con el que la cantante Cecilia
Pahl realizó un hermoso homenaje a Ramón Ayala en 2010. Otro éxito del
artista litoraleño es la canción El cachapecero, que refiere al
"cachapé", un carro tirado por bueyes que lleva la madera que se
utilizará en la jangada (especie de balsa). Fue grabado por Mercedes Sosa en
los años 60, contribuyendo a su difusión por el mundo.
La
parte final del recital nos permite disfrutar del poema Los gurises, que comienza
así:
Cuando la
tarde se aroma con las flores del crepúsculo
y va la
Bajada Vieja dando tumbos hacia el río
levanta la
gurisada su algarabía de pájaros
encendiendo
las casonas de gritos y risotadas
y el color
de los chivatos
hamaca su
vieja herida sobre los niños.
El
"broche de oro" de esta emotiva actuación finaliza con el aire de
chamamé Posadeña linda, canción
oficial de la ciudad de Posadas desde el año 2004:
Posadeña
linda,pequeña flor de mburucuyá
Te llevo en
la sangre con tu misterio, tu soledad
Vengo de
otras tierras, de otros caminos, de otro lugar
A buscar tu
lumbre, tus ojos claros, tu palpitar.
Finalizado
el concierto mucha gente se acerca a saludar y agradecer al artista, quien
responde con afecto el cálido recibimiento de su público.
Enlace para
más detalles de la exposición pictórica de Ramón Ayala:
http://www.buenosaires.gob.ar/noticias/ramon-ayala-la-pintura-y-la-poesia-hecha-cancion
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