En
1992 Silvio Rodríguez editó el primero de tres discos acústicos que llevan por
título, respectivamente, su nombre y sus dos apellidos. En Argentina apareció
en 1993, año en que fue presentado en vivo con gran éxito. Esta es una crónica que realizamos en aquel
entonces y que había permanecido inédita hasta ahora.
“Silvio”
Grabado
en La Habana entre junio de 1989 y julio de 1992
Para
quien no conoce a Silvio Rodríguez o sabe poco de él sería injusto trazar una
breve semblanza de este creador cuando hay tanto para comentar acerca de su
obra. Nació en San Antonio de los Baños, provincia de La Habana [1], en 1946 y
comenzó a tocar la guitarra en 1964, año en que realizó el servicio militar
obligatorio. Tres años después ofreció su primer recital público y
posteriormente condujo un programa de televisión. En 1971 participó del primer
concierto habanero del Grupo de
Experimentación Sonora del ICAIC [2], cuatro años antes de lanzar su primer disco
como solista.
Son
muchas las influencias que ha recibido Silvio y que están presentes en sus
canciones; la figura del Che se
revela como un paradigma esencial en su obra, al igual que la Revolución
Cubana. Junto con Pablo Milanés, Noel
Nicola y otros talentosos músicos dio vida al Movimiento de la Nueva Trova, que se difundirá por el mundo entero
como un canto americano a los valores humanos, a la poesía, a la vida.
Este
fundamental artista es padre de canciones tan recordadas como Ojalá,
Unicornio, La era está pariendo un corazón y Rabo de nube, por citar
sólo algunas, desgranadas en once discos solistas hasta el momento, sin contar
con compilaciones y registros en vivo. “Al
final de este viaje…” , “Mujeres” (ambos
de 1978) y “Silvio” son hasta ahora los álbumes en que Silvio se
acompaña únicamente con guitarra. Los restantes trabajos han sido realizados en
compañía de importantes músicos como Frank
Fernández, Hilario Durán y José
María Vitier, los tres en su doble labor de pianistas y directores de la
Orquesta EGREM, Eduardo Ramos como bajista,
arreglador y productor, el tecladista Oriente
López a cargo del grupo Afrocuba y el trompetista Chucho Valdés al frente de la excelente agrupación Irakere.
Rodríguez
manifestó que necesitaba volver un poco a sus orígenes como trovador y que su
público estaba de acuerdo con la idea, por lo cual vuelve a deleitarnos en esta
placa con un repertorio hecho a la medida de su guitarra y su voz.
El
recital que realizó el artista cubano en el Teatro Ópera, en abril de
este año [1993], confirmó las expectativas de un público compuesto por gente de
distintas edades: los seguidores de siempre, que escuchaban clandestinamente
sus casetes durante la dictadura militar, los jovencitos que se acercan por
primera vez a su arte, y las generaciones intermedias de estos dos grupos,
todos aunados para admirar y demostrar su afecto a este compositor que nos
llega al corazón, nos canta lo que muchas veces no sabemos expresar y nos hace
reflexionar sobre muchos temas inherentemente humanos.
Quien
escribe estas líneas guarda en sus archivos diferentes opiniones acerca de esta
figura de la Nueva Trova, pero desea finalizar este comentario con las palabras
del cronista de “La Nación” al haberse presentado uno de los volúmenes de “Tríptico”
(1984): Si a los 38 años Silvio Rodríguez
ha conseguido imponerse en todo el mundo como uno de los más valiosos creadores
(… es por la libertad con que se expresa poética y musicalmente sin temor de
las influencias. Lo que convence de Silvio es la vitalidad que transmiten sus
canciones, la humanidad que hay en ellas, su alegría contagiosa o su íntimo
recogimiento.
“Silvio” apareció en el mercado internacional en 1992.
Debido a la finalización del contrato entre el sello cubano EGREM y la filial
argentina de PolyGram, aquí apareció recién en 1993, publicado por M&M. Años
después todos los discos de Silvio fueron remasterizados y publicados bajo su
propio sello, Ojalá.
Notas:
[1] San Antonio
de los Baños pertenece desde 2010 a la provincia de Artemisa, creada ese año.
[2] Instituto Cubano de Arte e Industria
Cinematográfica.
"Solo me salva de este mundo hipócrita, ir al refugio eterno de tu música..."
ResponderEliminar