jueves, 9 de noviembre de 2017

Sonamos Latinoamérica 2017 (I)

La XI edición argentina de este prestigioso evento se desarrolló en la sede central de Santa Fe entre los días 26 y 29 de octubre.  También hubo talleres y conciertos en otras ciudades del país como Rosario y San Miguel de Tucumán.





Nacido en 2006, el  Festival Internacional “Sonamos Latinoamérica” trabaja en forma ininterrumpida para crear canales de difusión de música latinoamericana, convocando artistas, gestores culturales, entidades públicas y privadas y al público en general.  Con el correr de los años se abrieron nuevas sedes en diferentes países: Colombia, Venezuela, Uruguay, Perú, México, Chile, Bélgica y Dinamarca. El año próximo se prevé abrir una sede en Brasil.  Además de los programas de conciertos y talleres didácticos, el espacio cuenta con un programa radial emitido los martes por la noche por LT10, Radio Universidad Nacional del Litoral http://www.lt10digital.com.ar que puede escucharse a las 9:30 PM en Venezuela, 9 PM en Colombia, Ecuador y Perú, 22 hs en Chile y 23 hs en Argentina y Uruguay. En 2012, con el apoyo del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, “Sonamos Latinoamérica” inauguró su sello discográfico con la edición de tres discos compactos, uno de ellos conteniendo una selección del Festival realizado en 2011 en esa ciudad.

El concierto inaugural  de este año se realizó el jueves 26 de octubre  en el Mercado Progreso con las actuaciones del  Dúo Cernotto – Macor  (Santa Fe), Marino Frezetti  (Entre Ríos), la  Agrupación Coral “Cantares” (Santa Fe), La Contienda  (Colombia / Argentina) y  Vasti Michel Grupo  (Chile).   Estuvimos presentes en las tres fechas siguientes para poder llevar a nuestros lectores un panorama de este evento “singular y plural”, como ha sido definido muy acertadamente.





XI Festival Internacional “Sonamos Latinoamérica”
 Centro Cultural Provincial “Francisco ‘Paco’ Urondo”
Junín 2457
Santa Fe
Argentina
Viernes 27 de octubre de 2017



 La  Sala “Horacio Castillo”  del Centro Cultural Provincial es nuevamente la sede principal del Festival. La amena presentación de Mariana Steckler nos adentra en la trayectoria de cada uno de los grupos y solistas que se presentarán cada noche de conciertos. En primer lugar podemos apreciar un video realizado por la Cooperativa de Trabajo Nalá Ltda  de Monte Vera (Santa Fe) titulado  “Tierras de Músicas” (Capítulo 1)  dedicado a Sonamos Latinoamérica.



Mariana Steckler


Los primeros artistas de la noche son María Alejandra Díaz Roldán y Fidel Alejandro Ferrández, integrantes del dúo  Vidaleros,  de Santiago del Estero (Argentina). María Alejandra es Maestra de danza clásicas, contemporánea y Danzas Nativas Folklóricas, y Licenciada en investigación Folklórica en mención culturas tradicionales de familia Santiagueña . Es además Directora artística del proyecto Cumechej, que busca compartir saberes ancestrales en espacios no convencionales tomando como eje el cuerpo y la voz.


María A. Díaz Roldán


Fidel Alejandro Ferrández , originario de la ciudad de Fernández, es vidalero referente de nuestro canto de la vida  y nuestro folklore. El dúo se formó hace un año “como necesidad de mantener una tesitura musical de una primera y segunda voz referencial de este canto ancestral que permita mantener la sonoridad del monte y el canto intimista de este paisaje sonoro de raíz”, nos cuenta María Alejandra.



Fidel A. Ferrández



Las primeras coplas forman parte del Canto Chej y Tonocotec, referencia de los pueblos originarios del centro y sur de lo que actualmente es la provincia de Santiago del Estero. Finalizada esta interesante interpretación,  cada uno de los cantores se alterna para brindar versiones personales de Añorando mi querencia(Alfonso Ledesma) y Sentir en vidala (Guillermo Reinoso y Olga Isabel Bravo), a través de recursos mínimos. Canto y caja bastan para expresar un mensaje vibrante y pleno de sabiduría. El género que da nombre al dúo, la vidala, es una composición poética cantada generalmente a una voz y se dice que nació en los montes santiagueños.



 Vidaleros

        
Ambos artistas unen sus voces en una vidala dedicada al padre de María Alejandra titulada A la memoria, seguida por Esa cajita que toco (Motivo popular / Hnos. Ábalos), que puede apreciarse en este registro audiovisual:


Video: Esa cajita que toco


Acto seguido, los artistas entregan a  Oscar Gomítolo, uno de los realizadores de este evento, un reconocimiento personal: se trata de un hermoso escudo de la provincia de Santiago del Estero.


Entrega del escudo a O. Gomítolo


El último tema de esta presentación cuenta con la participación especial del guitarrista  Cacho Hussein: la Vidala del adiós, de Julio Argentino Jerez (1900 – 1954), en apasionada recreación del dúo Vidaleros.


Cacho Hussein





Cecilia Arellano es una destacada artista nacida en Rosario. Es profesora de música en la Universidad Nacional del Litoral, habiendo realizado estudios en la Universidade Estadual Paulista UNESP (Brasil) y en el Koninklijk Conservatorium (Conservatorio Real de La Haya, Países Bajos). Residió en São Paulo y en Europa, llevando su arte a un amplio público a ambos lados del Atlántico.  Es una intérprete multifacética que ha abordado la música vocal, barroca, de cámara, óperas y otras expresiones artísticas. En esta oportunidad recreará varias canciones de su disco  “Choro para Carmen”, publicado en 2006 en el Viejo Continente y reeditado en 2013 por Random Records, Argentina.



Cecilia Arellano

Cantante y actriz luso-brasileña, Carmen Miranda (Maria do Carmo Miranda da Cunha, 1909 – 1955) fue una de las artistas más populares de Brasil entre las décadas de 1930 y 1950.  Cecilia Arellano recrea varios de sus éxitos, comenzando con Polichinelo (Gadé y Almany Grego, 1936), acompañada por Mauricio Guastavino (guitarra de 7 cuerdas) y Mauro Leyes  (cavaquinho y guitarra). La profunda identificación de la cantante con el repertorio brasileño fructifica en deliciosas versiones para aprecio de los oyentes.



Mauricio Guastavino


Cidade lagoa (“Ciudad laguna”) (Sebastião Fonseca y Cícero Nunes) es un samba de 1954 que retrata acertadamente una realidad aun no resuelta en la populosa ciudad de Rio de Janeiro: los anegamientos que se producen por la mala planificación que padece esta urbe.

Esta cidade, que ainda é maravilhosa,
Tão cantada em verso e prosa,
Desde os tempos da vovó.
Tem um problema, crônico renitente,                                                 
Qualquer chuva causa enchente,
Não precisa ser toró.
Basta que chova, mais ou menos meia hora,
É batata, não demora, enche tudo por aí.

(Esta ciudad que aún es maravillosa
Tan cantada en verso y prosa
Desde los tiempos de la abuela
Tiene un problema crónico resistente,
Cualquier lluvia causa inundación
No necesita ser tempestad
Basta que llueva más o menos media hora
Y sin demora anega todo por ahí)


Mauro Leyes


Del año 1952 data esta marchinha de Carnaval: Estrela do mar, de Paulo Soledade y Ma Pinto, interpretada con perfecta dicción y vibrante musicalidad:

Um Pequenino Grão De Areia
Que Era Um Pobre Sonhador
Olhando o Céu Viu Uma Estrela
E Imaginou Coisas De Amor

Passaram Anos, Muitos Anos
Ela no Céu e Ele no Mar
Dizem Que Nunca o Pobrezinho
Pode Com Ela Encontrar

(Un pequeño grano de arena
Que era un pobre soñador
Mirando al cielo vio una estrella
E  imaginó cosas de amor

Pasaron años, muchos años.
Ella en el cielo, él en el mar.
Dicen que nunca el pobrecito
Con ella se pudo encontrar)


Serenata antiga (Paulo César Pinheiro) está antecedida por un fragmento de un texto de Jorge Luis Borges, uniendo de alguna manera las culturas argentina y brasileña.  La apasionada versión de Cecilia Arellano , intérprete detallista y de gran expresividad, continúa con el tema Eu e a brisa, de Johnny Alf (Alfredo José da Silva, 1929 – 2010), “dedicada a los pueblos indígenas desaparecidos y a todos los desaparecidos”.

Las canciones que marcan el tramo final de esta memorable actuación son Roseira branca (samba – choro de Gadé y Walfrido Silva, 1935), alegoría de un desamor,  y Estrada do sol (letra de Dolores Durán y música de Tom Jobim), que hemos seleccionado para compartir con nuestros lectores en formato audiovisual:


Video: Estrada do sol




Formado en 2008, el  Trío Picaporte (Medellín, Colombia) está integrado por  Wilson Luján (tiple),  William Posada  (bandola) y Nelson Montoya (guitarra).  El formato tradicional andino nos permite apreciar diferentes ritmos de esa región colombiana aun poco conocidos en esta parte del continente. El primero de ellos es un pasillo (género musical en compás de ¾ originado en los Andes neogranadinos) titulado Acuarela (Adolfo Mejia Navarro) y forma parte del CD “Una acuarela a Jesús Zapata Builes” (2016).


Video: Acuarela


Otro género representativo de la zona andina colombiana (Antioquia, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Tolima y Huila) es la guabina. De César Macías Muñoz podemos escuchar La guabina roja, composición en la que se aprecian plenamente las sonoridades de los tres instrumentos de cuerdas.  Otro de los géneros singulares de la nación colombiana es el bambuco, danza de aire mestizo en compás de 6/8.  Está representado en esta actuación del Trío Picaporte por una creación de Francisco Cristancho titulada  Guatavita.



Wilson Luján


Le sigue un pasillo en honor al maestro Jesús Zapata creado por William Posada, compuesto de tres partes: una triste y las dos siguientes más alegres. La bandola andina, tocada por el autor de esta obra, tiene una sonoridad preeminente en la ejecución de esta pieza instrumental, mientras imágenes pictóricas provistas por el propio trío se proyectan detrás de los protagonistas.


William Posada


El Torbellino de mi tierra (Francisco Cristancho) hace honor a la danza y música propias de los departamentos Cundinamarca, Santander y Boyacá. A pesar de su nombre, se considera al torbellino una danza tranquila.  Bandola, tiple y guitarra recrean con meticulosidad esta composición.


Nelson Montoya

Como tema final, el Trío Picaporte nos regala un ingenioso mosaico (popurrí) que aúna tres melodías de origen estadounidense muy populares en el mundo: Don’t worry, be happy (Bobby McFerrin), El inspector y Pink Panther’s theme (Tema de La Pantera Rosa), estos últimos surgidos del talento de Henry Mancini (1924 -1994).  Y aunque a priori estas melodías parecieran ser muy lejanas a la cultura andina colombiana, las cuerdas de este origen y la guitarra le sientan muy bien a cada una de ellas, en la valiosa adaptación y recreación de este joven terceto.








Ana Contreras es Licenciada en Educación Musical (UMCE, Chile), Pedagoga y Profesora de canto vocal. Nacida en Santiago de Chile, reside actualmente en Paraná, capital de la provincia argentina de Entre Ríos. En esta oportunidad la acompaña en guitarra y tiple  Álvaro Figueroa Rodríguezmúsico independiente santiaguino residente en Rosario.  Ambos recrearán un repertorio dedicado enteramente a la multifacética artista  Violeta Parra  (1917 – 1967) en el marco del centenario de su nacimiento.


Ana Contreras


Cuando se alza el telón se escuchan dos instrumentos de origen mapuche: el kultrum (especie de tambor) y la trutruka (aerófono similar al erke) ejecutados por Ana y Álvaro respectivamente. El canto ancestral de ese pueblo antecede la versión de Arauco tiene una pena,  composición que lamentablemente no ha perdido un ápice de vigencia. La valiente denuncia de Violeta estremece profundamente cuando vemos avasallados los derechos de las comunidades originarias en Argentina y en Chile. Una obra popular recopilada y adaptada por la incansable artista trasandina, Casamiento de negros, está recreada en esta ocasión con ciertos aires de música peruana. La versión puede apreciarse en el siguiente registro:


Video: Casamiento de negros


Ana lee un fragmento de las Décimas de Violeta como introducción al tema musical El amor, compuesto por Luis Advis en base a aquel libro de la Viola chilensis. Según el favor del viento, estilo sirilla creado en 1962, es otra de las canciones de denuncia de los pueblos que habitan Chile, esta vez los habitantes de la isla grande de Chiloé. Con un lenguaje sencillo y a la vez poético, la popular compositora revela “las injusticias de siglos”, solidarizándose con los más necesitados. Gracias a la vida, una de las últimas composiciones de la artista chillaneja, aparece en esta ocasión recreada con dulzura y musicalidad.


Álvaro Figueroa


 Antes del próximo tema, Ana presenta los diferentes instrumentos utilizados en sus interpretaciones. En su versión de dos cuecas enganchadas utilizará el tormento (instrumento percutivo) mientras que Álvaro hará lo propio con la guitarra y el pandero cuequero.  Así podemos apreciar La mariposa (tradicional) y la célebre Los pueblos americanos, un claro alegato en contra de las guerras.  Didáctico, variado, ameno y pleno de belleza, el recital de Ana Contreras y Álvaro Figueroa es uno de los mejores números de un festival que de por sí apuesta por la alta calidad artística.





El cierre de esta segunda noche de conciertos en Santa Fe está protagonizado por el Ensamble Guarura,  de Colombia. El juvenil conjunto está integrado por Zahira Noguera  (cuatro),  Julián Croswaithe (bajo),  Jennifer Noguera (arpa),  Lizeth Viviana Vega Mejía (canto) y Diana Castañeda (maracas).  Ha editado un CD titulado “Mujer con aroma a joropo” (2014), fruto de varios años de esmerado trabajo.



Lizeth Vega Mejía


Entre las primeras interpretaciones que podemos disfrutar se encuentra una titulada Mosaico del folklore colombo – venezolano, compuesta en realidad por varios clásicos de la música de Venezuela como La potranca zaina (Juan Vicente Torrealba), El gavilán (Popular – Ángel Custodio Loyola) y Alma llanera (Pedro Elías Gutiérrez). El singular carisma de la cantante Lizeth Vega Mejía es uno de los atractivos de esta presentación.


Video: Mosaico del folklore llanero


Hay un tema de cosecha propia, creado por Julián Croswaithe, bajista de la agrupación, titulado Llanera, seguido por otro Mosaico de temas de esa región del norte sudamericano, que incluye la canción Guayabo negro (Germán Fleita Beroes e Ignacio Figueredo).



Julián Croswaithe


Jennifer Noguera  (arpa llanera), Zahira Noguera  (cuatro y coros) y  Diana Castañeda  (maracas) realizan un aporte fundamental al sonido del grupo, además de vestir—al igual que Lizeth—coloridos trajes típicos.



Zahira Noguera


El hermoso sonido del arpa da comienzo al pasaje Tierra majestuosa, de Jorge Gómez. A continuación Lizeth invita a personas del público a subir al escenario a recibir una clase de baile mientras tocan un joropo.  La simpatía de la cantante puede más que la timidez de la gente y varias parejas aceptan la propuesta de aprender a danzar este ritmo.


Bailarines


Jennifer Noguera


La bandola llanera, instrumento de cuerda acompañante del joropo, también está presente en el repertorio del Ensamble Guarura, ofreciendo un amplio panorama de la música colombo – venezolana con especial toque femenino.


Diana Castañeda



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