sábado, 4 de noviembre de 2017

Daniel Viglietti: adiós en dolor mayor

El popular cantautor y periodista, creador de temas emblemáticos como “Gurisito”, “A desalambrar”, “El Chueco Maciel”, “Anaclara” y “Por todo Chile” falleció  el lunes 30 de octubre, durante una intervención quirúrgica en Montevideo.  Realizó versiones en español de canciones de Chico Buarque y difundió la obra propia y de sus colegas a través del programa radial “Tímpano”, entre otras grandes realizaciones que quedan como testimonio de su pasión por el arte de aquí.





Daniel Viglietti  nació en Montevideo (Uruguay) el 24 de julio de 1939.  Sus padres músicos,  Lyda Indart (pianista de música académica) y Cédar Viglietti (guitarrista, investigador y escritor) influyeron decisivamente en el futuro artístico de Daniel.  Su tío pianista, José Indart,  fue otro de sus familiares que marcó su gusto por la música.  Daniel comenzó sus estudios de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de la República con el maestro Abel Carlevaro (1916 -2001).  Otro de los grandes maestros de la guitarra, Atilio Rapat  (1905 – 1988), estuvo presente en los años de formación de Viglietti.

Comenzó a actuar públicamente en 1957, integrando el Conjunto Lavalleja.  Poco después comenzó su labor solista, ofreciendo algunos conciertos de guitarra a través del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica) y componiendo música original para obras de teatro y cinematográficas. Su primer disco se titula  “Canciones folklóricas y Seis impresiones para canto y guitarra” y ha sido publicado en 1963.   Entre las “canciones folklóricas” se incluyen dos obras de  Atahualpa Yupanqui  (Tú que puedes, vuélvete y La tucumanita), una de sus grandes influencias artísticas. Aparece también aquí una de las creaciones más significativas de Viglietti, que alcanzará gran difusión unos años después: Canción para mi América. Su segunda obra, realizada junto al poeta Juan Capagorry,  es “Hombres de nuestra tierra” (1965).

En América Latina los movimientos de la nueva canción comenzaron a desarrollarse bajo diferentes contextos sociales y políticos, pero todos ellos aunados por la necesidad de superar los límites de la canción comercial, dotando de un contenido literario y musical más acorde a los nuevos tiempos.  El potencial de estas expresiones dio origen al  Primer Encuentro de la Canción Protesta  (uno de los nombres que se le daban en esa época), celebrado entre el 24 de julio y el 8 de agosto de 1967 en la  Casa de las Américas  (La Habana, Cuba).  Formaron parte de este fértil encuentro los hermanos Ángel e Isabel Parra, de Chile, el cantautor valenciano Raimon y los uruguayos Alfredo Zitarrosa, Aníbal Sampayo y Los Olimareños, así como el propio Daniel Viglietti.  Esta experiencia marca decisivamente el clima de las canciones que forman parte del tercer disco del artista: “Canciones para el hombre nuevo”,  de 1968.  Este fonograma, cuya mayoría de canciones fuera registrada en Cuba, incluye un tema creado por Viglietti antes de ese viaje y grabado en Montevideo: A desalambrar, que “levantó bastante polvareda” en esos días. El  30 de enero de 1969 Daniel Viglietti, invitado al programa “Musicanto 69” del canal 5 comenzaba a cantar esta milonga cuando “por órdenes de arriba” se cortó la transmisión del programa. El disco fue retirado de toda programación, mientras que la prensa conservadora manifestó su ira contra el contenido de esta canción en diferentes oportunidades.

Yo pregunto a los presentes
si no se han puesto a pensar
que esta tierra es de nosotros
y no del que tenga más.

Yo pregunto si en la tierra
nunca habrá pensado usted
que si las manos son nuestras
es nuestro lo que nos den.

¡A desalambrar, a desalambrar!
que la tierra es nuestra,
tuya y de aquel,
de Pedro, María, de Juan y José.

Si molesto con mi canto
a alguien que ande por ahí
le aseguro que es un gringo
o un dueño del Uruguay.

Ese año el presidente Jorge Pacheco Areco “inició una rígida y agresiva política contra vastos sectores populares, desencadenando de ese modo un trágico proceso que costó mucha sangre joven; proceso cuyos rasgos más visibles fueron: la brutal represión antiobrera y antiuniversitaria, una embestida contra la guerrilla urbana (tupamaros), que rápidamente se transformó en una embestida contra el pueblo, un colapso económico de catastróficas proporciones, y como consecuencia de esos desastres desencadenados, un monstruoso y dramático éxodo” [1]

En 1970 Viglietti publicó un nuevo disco,  “Canto libre”,  que contiene las canciones Esta voz nombra, La canción de Pablo y dos composiciones de  Violeta Parra:  Mazúrquica modérnica y Que vivan los estudiantes. El año siguiente apareció en el mercado el primer disco estereofónico del artista, grabado en los estudios de EMI Odeon Argentina: “Canciones chuecas”,  cuyo título hace alusión a la que será una de las canciones emblemáticas de cantautor montevideano: El Chueco Maciel. Este disco también incluye los temas Gurisito, Sólo digo compañeros, Qué dirá el Santo Padre (Violeta Parra) y Masa (sobre un poema de César Vallejo).

Maravillado por la canción Construção, de Chico Buarque, con el uso de palabras esdrújulas que se van intercambiando en los diferentes párrafos de la obra sin perder el sentido literario, Daniel decidió traducantar esta y otras obras de músicos brasileños “para una mejor comprensión del público de habla hispana”. Así nace la primera parte del disco “Trópicos”,  que se completa con un lado B dedicado a los jóvenes exponentes de la Nueva Trova Cubana: Noel Nicola, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.  El disco se publicó en Cuba como  “Daniel Viglietti y el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC”,  nombrando al excelente grupo instrumental y vocal que lo acompaña y en el que participaba el nombrado trío de trovadores. Dirigido por el eximio  Leo Brower,  este grupo ha sido el responsable de musicalizar muchísimas películas cubanas durante el primer lustro de los años 70. En Uruguay el disco apareció con el título mencionado más arriba y con el que continuó circulando por el mundo. En mayo de este año (1972) el régimen uruguayo decidió encarcelar a Viglietti por el contenido de sus canciones. Estuvo detenido en la Jefatura de Policía, sita en la intersección de las calles San José y Yi y fue liberado gracias a la presión nacional e internacional.  Limitado de trabajar en su país, realizó giras por Argentina (donde se grabó parte del material que aparecerá en el disco “Daniel Viglietti en vivo”) y a finales de 1973 se radicó en Francia.

Durante los años de exilio Daniel Viglietti confesó poder componer “contra viento y marea pero no contra distancia”. Sin embargo, se mantuvo muy activo en el Viejo Continente: “Tuve el privilegio de no tener que cambiar de oficio. Es cierto que tampoco pude mantenerme solamente con la música en todos esos años; tuve que ayudarme con trabajos relacionados con el periodismo radial, con la creación de programas radiales” [2]. Esta labor dará origen a lo que muchos años después será su programa “Tímpano”, dedicado a la difusión de músicos latinoamericanos.  En 1982 su colega Chico Buarque lo invitó a Rio de Janeiro y le propuso traducir varias de sus canciones para el disco “Chico Buarque en español”. Esta producción, muy difundida internacionalmente, incluye A pesar de usted (Apesar de você), Oh, que será (O que será), Construcción (Construção) y otros grandes éxitos del músico carioca vertidos a nuestro idioma con muchísima creatividad por Viglietti.  Las actuaciones, conferencias sobre la canción popular y los programas radiales se sumaban a los actos solidarios con los pueblos del sur latinoamericano en diferentes países europeos (Francia, Alemania, España, entre otros).

Daniel Viglietti ha sido uno de los artistas participantes del histórico  Concierto de la Paz en Centroamérica (“Abril en Managua”)  realizado el 23 de abril de 1983 en la Plaza de la Revolución de la capital nicaragüense.  El concierto se llevó a cabo gracias a la solidaridad de entidades holandesas, alemanas y griegas y contó también con el arte de  Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Alí Primera, Amparo Ochoa, Chico Buarque, Adrián Goizueta  y los hermanos  Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy,  entre otros.  En esa oportunidad Viglietti estrenó su reciente Declaración de amor a Nicaragua y compartió su celebradas Canción para mi América y A desalambrar.

La antesala a su ansiado regreso al Uruguay se dio cuando el músico llegó a Buenos Aires para ofrecer dos conciertos en el Estadio Luna Park. Los días 23 y 26 de marzo de 1984 marcan el reencuentro de Daniel Viglietti con el público argentino y también con cientos de uruguayos, entre residentes en esta ciudad y quienes viajaron especialmente a este evento artístico. El sello Music Hall editó dos discos con selecciones de estos recitales, titulados “Trabajo de hormiga”  y “Por ellos canto” Poco tiempo después, Daniel Viglietti y Mario Benedetti ofrecieron un recital conjunto de música y poesía. Benedetti, con poemas nuevos, hizo un itinerario de los exilios, los retornos (“Quiero creer que estoy volviendo”, decía don Mario) en ese tono coloquial y directo, tan suyo. Viglietti retomó, a veces en fragmentos que se unían en torno de un poema, su creación reciente: “Trabajo de hormiga”. No siempre un recital que incluye poesía congrega tanto silencio, tanta receptividad. El “Por qué cantamos” en la voz de su autor, con fondo de guitarra, y “Subversión de Carlitos el Mago” quedarán clavados en los oídos de mucha gente por su enorme poder comunicativo, por sus palabras exactas.” [3]
Viglietti regresa definitivamente al Uruguay el 1° de septiembre de 1984, desde Buenos Aires. En diálogo con Mario Benedetti, el querido cantautor rememoraba: “…saliendo del avión ya fuimos caminando hacia la salida del aeropuerto, y allí se mezclaban familias, amigos, compañeros (…) De allí fuimos en ómnibus, con una larga caravana de autos por la Rambla, donde cada esquina era como un río de gentes que llegaban con banderas; y uno se preguntaba dónde habían estado escondidas todos esos años, porque había banderas rojas, banderas rojinegras, imágenes del Che, muchas veces sostenidas por adolescentes, hasta por niños”. [4] La noche de ese día 1° y la tarde del día siguiente Viglietti dio sus primeros conciertos en tierra uruguaya tras el largo y obligado paréntesis con su pueblo. El Estadio Luis Franzini, sede del Defensor Sporting Club, fue el escenario del reencuentro con grandes personalidades de la cultura y la política que se acercaban a escuchar a Daniel, así como el público montevideano que colmó el recinto. “Para mí ese recital fue sin ninguna duda el más fuerte de toda mi vida” [5]. El sello local Orfeo editó una selección de este concierto en un disco titulado  “Por ellos canto”.

 La relación amistosa y artística con el escritor  Mario Benedetti  no era nueva. Mario había entrevistado al músico en más de una oportunidad y escrito el ensayo “Daniel Viglietti” sobre la vida y obra del cantautor montevideano (Ediciones Júcar, 1974); en Europa sus caminos volvieron a cruzarse, buscando ambos artistas nuevas formas de expresión estando lejos de su tierra natal.  Aquel recital de música y poesía reseñado por Alejandro Tarruella constituyó el primer volumen discográfico de la obra titulada  “A dos voces” (1985),  cuya originalidad consiste en diferentes abordajes de una misma temática, complementándose la labor creativa de ambas personalidades.  Así Por qué cantamos da lugar a Canción nueva y Bandoneón a No tan gotán, por citar apenas un par de ejemplos.  El segundo volumen (1987) fue registrado en mayo de 1985 en Montevideo, conteniendo Allende / Por todo Chile y Refranívocos / El diablo en el paraíso,  esta última creada por Violeta Parra. En el año 2000 el sello Ayuí reunió los dos volúmenes originales en un solo CD, agregando un surco registrado en Buenos Aires en 1993, conteniendo la canción La llamarada (Julián García y Jorge Salerno) por Viglietti y el poema Pregón  por Mario Benedetti.  En cuanto a ediciones literarias, hay dos obras dedicadas por el poeta y escritor de Paso de los Toros al trovador montevideano: el volumen 6 de la Colección “A viva voz” (“Anaclara y otras canciones”) (Espasa Calpe, 1994) y el libro del cual hemos extractado algunos párrafos muy interesantes para esta nota: “Daniel Viglietti, desalambrando” (Seix Barral, 2007).

El primer álbum con canciones originales después de veinte años es una obra mayor.  Es también la primera de sus obras aparecida directamente en el formato de disco compacto y se titula “Esdrújulo”,  retomando aquella idea inspirada en una obra de Chico Buarque. El fonograma, publicado en 1993,  tiene producción musical del propio Viglietti y de Coriún Aharonián, quien ha participado de los arreglos de varias de las canciones aquí contenidas. Prólogo, Esdrújulo y Epílogo son las tres creaciones que hacen honor al título del álbum. Pero hay también obras muy valiosas como Nocturna, con un clima musical intenso y emotivo que acompaña una lírica de notable expresividad. Las agujas de un reloj, con arreglos de los productores y de Jorge Trasante, propone una historia muy interesante con ingeniosos juegos de palabras, sin dejar de lado la delicada y dedicada musicalidad presente en las canciones de Viglietti. Mucho, poquito y nada, La canción de Trilce y Canción para armar  son algunos de los títulos que forman parte de este disco tan esperado, que ya se ha convertido en uno de los “clásicos” de la música popular uruguaya.

En todos estos años Viglietti se mantuvo muy activo. Si bien su actividad discográfica no fue tan intensa, el artista estuvo abocado a ofrecer recitales en Uruguay, Argentina, Chile, España y otros países. Algunas de esas presentaciones fueron  “Canciones humanas”,  ofrecido junto a La Banda en Sol Mayor en el Teatro Solís (Montevideo, diciembre de 2009), su participación en el  Festival Barnasants  (Barcelona, 2012) y su espectáculo “Daniel Viglietti recuerda a Mario Benedetti” (Santiago de Chile y Montevideo, 2010, y Buenos Aires, 2011).  A partir de su gran archivo de entrevistas a músicos y escritores, denominado “Memoria sonora de América Latina”,  Daniel comenzó a realizar en 1994 el programa  “Tímpano” emitido por Radio El Espectador en Montevideo y retransmitido en Argentina por Radio Nacional.  Diez años después realizó una versión televisiva denominada  “Párpado”, producida por el canal montevideano TV Ciudad. Algunos capítulos fueron emitidos por la cadena latinoamericana Telesur y el canal argentino Encuentro.  En 2012 Daniel Viglietti recibió el Premio Barnasants  (Cataluña, España) y fue distinguido con el  Premio Morosoli,  entregado por la Fundación Lolita Rubial por su trayectoria y aporte a la cultura nacional (Montevideo, Uruguay).  En 2015 recibió el  Premio Noel Nicola  (La Habana, Cuba), mientras que su ciudad natal lo honró con la distinción  “Guitarra Negra”  ese mismo año.

Su última producción discográfica oficial se titula  “Devenir”,  compuesta por registros en vivo realizados entre 2001 y 2004, año de su publicación. El único tema grabado en estudio es una versión instrumental del  Vals de la duna, que data de 1997.  Entre los títulos que sólo aparecen en este fonograma se encuentran Chiapaneca, Idilío (sic) y Che por si Ernesto.  En 2008 apareció en Uruguay una antología en vivo titulada  “Trabajo de hormiga”  que incluye la mayor parte de los temas del disco original del mismo nombre grabado en Buenos Aires en 1984 y selecciones de los dos discos titulados “Por ellos canto” (Buenos Aires, 1984 y Montevideo, 1985), así como cuatro canciones del disco “En vivo”, que sólo se editó en vinilo en Francia.  Hay dos pistas inéditas grabadas en la capital argentina en 1972: Canción del guerrillero heroico y Lamarca, ambas compuestas por Viglietti.

En su último recital en Buenos Aires, reseñado por FOGÓN LATINOAMERICANO,  el artista oriental recorrió su amplia trayectoria a través de títulos muy conocidos por el público porteño, adaptando algunos de ellos a las nuevas realidades de nuestro continente.  El espectáculo, brindado a sala llena, incluyó algunos temas inéditos como Tiza y bastón y Ojaleando,  así como un hermoso homenaje a la recordada cantante mexicana  Amparo Ochoa.  También estuvieron presentes en el recuerdo de nuestro visitante el escritor  Eduardo Galeano  y los cantautores  Horacio Guarany, Noel Nicola, Atahualpa Yupanqui  y Antonio Tormo.  
La obra de Daniel Viglietti recibió tempranamente la admiración de diferentes artistas de la región. El cantautor chileno  Víctor Jara  grabó sus composiciones Cruz de luz y A desalambrar. Ángel e Isabel Parra  incluyeron en su repertorio la Canción para mi América, mientras que Charo Cofré  recreaba apasionadamente su Gurisito. La Milonga de andar lejos fue registrada por el grupo  Quilapayún en su cuarto disco (1970), mientras que Negrita Martina apareció interpretada en diferentes épocas por dos artistas argentinas:  Mercedes Sosa  y Marina Luppi Otras versiones interesantes de Gurisito han sido creadas por artistas uruguayos. Hay una hermosa recreación instrumental a cargo de  Leo Maslíah,  en tanto que Cristina Fernández  llevó al disco una versión en idioma gallego titulada Pequerrechiño,  traducida por ella misma junto a Carmen Lorenzo.

Las presentaciones más recientes de Viglietti tuvieron lugar el 30 de septiembre en AntelFest, evento organizado por la empresa Antel en Piriápolis (Maldonado) y el 27 de octubre en el municipio Las Piedras (Canelones), evento que contó con una exposición de dibujos de Juan CapagorryEl popular artista falleció en Montevideo  a los 78 años por complicaciones durante una intervención quirúrgica.  Sus restos fueron velados en el capitalino Teatro Solís. Público de todas las edades, colegas y personalidades de la izquierda política despidieron al artista entonando varias de sus canciones: Gurisito, El Chueco Maciel y La llamarada. Queda su grandiosa obra musical y periodística que ha marcado un hito importantísimo en la historia del arte en Uruguay y en América Latina.


Discografía solista:

Canciones folklóricas y 6 impresiones para canto y guitarra  (1963)*
Hombres de nuestra tierra  (con Juan Capagorry, 1965)*
Canciones para el hombre nuevo (1968)*
Canto libre  (1970)*
Canciones chuecas  (1971)*
Trópicos  (con el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, 1972)*
En vivo  (grabaciones de 1971 y 1972 en Argentina) (Francia, 1978)
Trabajo de hormiga  (en vivo en Buenos Aires, 1984)**
Por ellos canto (en vivo en Montevideo, 1984)
Por ellos canto  (en vivo en Buenos Aires. Grabado en 1984. Editado en 1985)
A dos voces, Vol. 1  (con Mario Benedetti, 1985)***
A dos voces, Vol. 2 (con Mario Benedetti, 1987)***
Esdrújulo  (1992)
Devenir (2004)
Trabajo de hormiga  (Antología de registros en vivo , editado en 2008)

*Reeditados en CD por el sello Ayuí
**Reeditado en CD por Página/12 (Argentina) bajo licencia Ayuí

***Reeditados en un solo CD por Ayuí


Notas:
[1] Mario Benedetti: “Daniel Viglietti, desalambrando”. Pág. 11 y 12. Seix Barral, Argentina, 2007.
[2] Op. cit. Pág. 118
[3] Nota del periodista Alejandro C. Tarruella en la revista “Hum®”, 1984
[4] Op. Cit. Pág. 132
[5] Op. Cit. Pág. 134       

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