martes, 19 de mayo de 2020

La canción militante de Paula Ferré

Trovadora, militante cultural y gestora de proyectos colectivos, Paula nos habla de su trayectoria y de sus proyectos culturales.





Con una importante trayectoria, iniciada en 1988 en Buenos Aires, Paula Ferré es una de las voces más interesantes de la canción trovadoresca. Su obra admite influencias del rock argentino, folklore, jazz y trova, entre muchas otras. Es directora de la Casa - Museo de la Trova Argentina y ha participado en la organización de eventos colectivos como Canto de Todos y MujerTrova. Ha grabado los discos "Una guitarra, un sueño y una voz" (1999), "Por Buenos Aires" (2007), "Mujer originaria" (2010) y "Umbilical" (2018, junto a su madre Nora María Cassas y su hija Aixa Mozetic). En entrevista con FOGON LATINOAMERICANO, Paula nos cuenta parte de su faceta artística y vital.

Comenzaste tu carrera artística en 1988, con influencia de distintas vertientes musicales ¿Cómo ha sido ese inicio profesional?

Yo empecé a cantar profesionalmente cuando estaba terminando el secundario. Empecé la carrera de Comunicación y hacía ciclos en un café de San Telmo que se llamaba "Montserrat". También viajaba a la costa a tocar y así empecé a presentarme en bares y tocar, hasta que llegó el día en que viajé a cantar a Cuba, al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (el número XIV), que se hizo casi diez años después, y ahí la vida cambió completamente. Pero durante los años previos estuve cantando en los bares de Buenos Aires, armando ciclos en donde hacíamos todo: llamábamos por teléfono a la gente que venía, armaba el sonido, armaba el repertorio, armaba el escenario, cobraba las entradas, era como "todo terreno" en ese tiempo. (Recuerda con una sonrisa).

En ese tiempo también acompañaba a mi mamá a cantar en algunas sociedades de fomento: siempre hicimos trabajo solidario; hacíamos espectáculos infantiles los Días del Niño. El escenario siempre me "llamó", desde chica. 

Además de trovadora y gestora de proyectos culturales te definís como "militante cultural" ¿Qué actividades están comprendidas en esta militancia?

Mi militancia fue desde muy chica, estando siempre cerca de los proyectos culturales y de los problemas populares: entonces si había un comedor escolar que se abría, yo iba a cantar, así como lo hacía para Madres de Plaza de Mayo, para Familiares de Detenidos y Desaparecidos, organizaciones sociales de trabajadores, de docentes, sindicatos, piquetes. [Estaba] en lugares donde se requería mi canto para apoyar las luchas populares: de eso se trata. Después me involucré con la Embajada de Cuba y todo lo que tiene que ver con la misión latinoamericanista, con Venezuela. De eso se trata.

Has representado a la Argentina en eventos artísticos en España y América Latina ¿Qué han aportado esas experiencias a tu labor profesional y a tu vida personal?

Representar a la Argentina en un evento internacional siempre es un orgullo muy grande y de responsabilidad. Creo que lo he hecho con todo mi corazón y es un enriquecimiento tremendo: en lo profesional porque uno realmente se va fortaleciendo y va aprendiendo de los colegas, se va exigiendo más, va preparando cosas nuevas, y en lo personal porque lo humano siempre es enriquecedor. He viajado a casas de familia en distintos lugares de Latinoamérica: en Ecuador, en Cuba, en Brasil, en Chile: esas casas, esos amigos nuevos que me regaló la vida me han dado una visión del mundo muy especial, muy solidaria, muy amorosa, muy generosa, y eso me enseñó también a modificar la vida mía para ese lado. Siempre fui de recibir gente en mi casa, entonces se hace como una red de amor a nivel latinoamericano. Pasó también en España y fue altamente valioso para mi persona, para mí como madre. Y en España también fue muy importante el lugar de esos encuentros: yo estuve en el "Barnasants", que es uno de los encuentros de trova más importantes de ese país, y en el "Abril para vivir" de Granada, donde estuve en el cierre internacional. Era un concurso de cantautores catalanes y yo tengo el honor de dar el cierre y ganar el Primer Premio. Realmente han valorado mucho mi trabajo y eso me ha posicionado muy bien, me ha regalado ese amor que uno recibe cuando viaja.

La Casa - Museo de la Trova Argentina se ha convertido en un espacio importante para difundir a músicos de distintas partes del país y de Latinoamérica ¿Cómo se proyecta la labor de este espacio en otros países?

La Casa - Museo de la Trova ha sido no sólo ha sido algo muy bueno a nivel profesional, sino también abrir las puertas de mi intimidad: es mi hogar, mi familia, mis cosas. Ha sido como parte de mi personalidad: soy así, me gusta brindarme toda y la gente lo agradece mucho. Así que hemos pasado, más que nada, excelentes momentos. Se genera un clima muy entrañable y la labor es un intercambio: el lugar es el espacio de llegada de cantores de toda Latinoamérica que me abre la puerta también en otros países al hacer este tipo de intercambio. Con respecto a hacerlo en otros países, ya hay una Casa de la Trova de un amigo muy querido en Arequipa (Perú), pero mi espacio es mi casa, tiene que ver con eso, y seguiremos adelante apenas termine la pandemia, a volver a reunir a tanta gente amorosa. 


Hay una labor importantísima de tu parte en la difusión y colaboración de la canción femenina, muy especialmente en el colectivo MujerTrova ¿Cómo se origina este movimiento y qué alcances ha logrado a la fecha?

MujerTrova es un movimiento de mujeres trovadoras en Argentina, con invitadas internacionales, que nació en el 2013. Fue una idea de cómo reunirnos con la canción femenina y se me ocurrió esto de MujerTrova (todo junto)(se ríe). Hemos reunido en ese entonces a 11 mujeres en el ECuNHi, que fue nuestro lugar de nacimiento, y a partir de ahí hemos hecho un trabajo y un camino muy arduo, muy grande, reuniendo a 10 mujeres más por año. Hoy somos cerca de 60 las que estamos en el movimiento. Trabajamos en comisiones, hacemos asambleas, ahora por Zoom, y la verdad es que hemos crecido como personas y como movimiento exponencialmente. Es un movimiento de canción social que va tomando su rumbo cada día, con las nuevas problemáticas, con las viejas problemáticas, intercambiando cosas de las distintas partes de la Argentina y del mundo. Así que es un orgullo para mí ser parte de este movimiento y contar con compañeras con tanto talento y con tanto compromiso social. 

"Canto de Todos" es otro espacio que reúne a trovadores iberoamericanos ¿Cómo se ha desarrollado esta iniciativa de Vicente Feliú desde su creación hasta nuestros días?

"Canto de Todos" nació en el 2000. Tuvimos varios delegados: yo fui delegada hasta el año 2015. En esa gestión me convoca Teresa Parodi para hacer el evento "Canto de Todos" en el Teatro Nacional Cervantes y fue de las cosas más importantes de mi vida, porque fue armar un equipo y poder llevar la canción social a un teatro de ese nivel que siempre había estado más relacionado con la dramaturgia que con la canción. Fue maravilloso llenar el Teatro Nacional Cervantes con un montón de gente de la militancia y, aparte, con entrada gratuita. Además de tener en el escenario a los exponentes  más importantes de la canción de Latinoamérica: Luis Enrique Mejía Godoy, Cecilia Todd, Vicente Feliú, Ricardo Flecha y un montón de compañeros más de Chile, de Bolivia, de Ecuador, de Colombia. Fue muy enriquecedor, muy lindo, muy fuerte e hizo un giro en mi vida también al dedicarme más tiempo a la música y a la gestión. Fue un trabajo arduo, de muchos meses, pero la verdad que fue maravilloso. "Canto de Todos" es este movimiento latinoamericano de trovadores con su director, Vicente Feliú, que anida al trabajo solidario de los músicos en distintos países del continente.

Uno de tus discos más difundidos es "Mujer originaria". La obra que le da nombre fue reconocida como "Canción necesaria" en Ecuador ¿Cuál es el reconocimiento a la trova en épocas en que lo más comercial nos "invade" desde los medios?

La canción comercial siempre estuvo ahí, acechando. La gente consume cosas que son banales, pasajeras, se divierte. Pero siempre, siempre, estuvo la canción social arraigada, diciendo lo que hay que decir, acompañando los procesos que el pueblo necesita, expresando lo más profundo y lo más sincero de nuestro ser. Y si bien hay mucha gente que no conoce este tipo de canción, realmente tenemos unos seguidores leales, comprometidos, y cada vez más. Porque hay una sociedad que se ha volcado a la política también, hace unos años, una juventud que es más comprometida, y esa es mi esperanza para que la canción--que si bien siempre se dice que una canción no puede cambiar el mundo--nos ayude a seguir adelante, nos dé el empuje que nos permita luchar por un mundo mejor.

Sabemos que estás trabajando en un proyecto llamado "Trova Blues", del cual has adelantado algunas canciones en recitales virtuales ¿Qué nos podés contar acerca de este proyecto?

El proyecto de "Trova Blues" es una idea que surge de varias insistencias acerca de que yo tenía que cantar blues. El blues en castellano a veces me resulta un poco vacío de contenido, cuando se trata solamente de canciones de amor. Entonces se me ocurrió tomar el contenido comprometido de la canción trovadoresca que milito y que canto, la canción social, la canción de autor, sus melodías--que son muy bellas--y hacer un "aire de blues", bluesearlas de algún modo en el canto. A mí me gusta mucho, me sale bien, entonces en esa fusión se produce algo mágico que es como una liberación total del canto, y a la vez, estar diciendo cosas que a uno lo identifican, lo proyectan, hablan de uno mismo. Así que "Trova Blues" me llena por todos lados, me gusta, me seduce. El proyecto es un canto muy sensual y a la vez muy "guerrero", entonces me identifica mucho en ese punto. Estoy muy contenta de poder llevarlo adelante, y nace en esta cuarentena la idea de empezarlo y terminarlo ahora, así que es un canto de encierro (se ríe), un canto de cuarentena...Trova Blues.

Muchas gracias.


Sitio oficial de la artista: https://paulaferre.com.ar/

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