martes, 5 de febrero de 2013

Cosquín 2013, el milagro de las nueve lunas


Por Pablo Piris

Fotos: Prensa Festival y Raíces del Folklore



El Festival Nacional de Folklore de Cosquín ha cumplido con sus nueve lunas en su edición número 53 este 2013. Amado y odiado, es el festival más comentado, nadie se pregunta en otros festivales por quién debiera estar o por quién no, lo que demuestra su magnitud y su vigencia. El escenario Atahualpa Yupanqui consagró este año a Bruno Arias confirmando su buen momento y su crecimiento, el Camin de Oro fue para Suna Rocha y la Revelación fue para un bandoneonista joven: Joaquín Benítez de Oberá. Destacado el momento de Raúl Barboza y Chango Spasiuk. Por más comentado que sea lo que ocurre en el escenario es anecdótico. Cosquín es grande por todo lo que genera. Talleres culturales, Encuentro de Poetas, Feria de Artesanos completan un variada actividad cultural durante 9 días. También los espectáculos callejeros brindan la posibilidad de hacerse conocer a cientos de artistas que dan sus primeros pasos, y en las peñas se vive la prolongación del Festival. Más allá de los comentarios de la prensa (siempe parciales y recortados) el pueblo alejado de todas esas exégesis que fluctúan entre lo populista y lo intelectualoide disfruta del verdadero Cosquín, del río, las calles, los balnearios y sus artistas preferidos, y los artistas también disfrutan de ese encuentro que fuera del show cobijan las 9 lunas.
 
 
 
 
Nueve lunas dura el milagro coscoíno según pregona su himno que danzado por el Ballet Camin Cosquín en la apertura de cada noche, este año con caretas que aludían a las caricaturas de Florencio Molina Campos. Y en esas nueve lunas en la Próspero Molina y en sus alrededores se vive de todo, y lo milagroso tal vez sea que cada momento es irrepetible, bueno o malo, es único, aunque también ambivalente porque ese eje temporal puede eternizar momentos o delatar lo efímero.
 
 Sobre el escenario cerca de 25 artistas desfilaron cada noche. Los hubo para todos los gustos y diferentes estilos, por ser un festival folklórico tal vez hizo falta un poco más de música cuyana o surera en medio de tanta chacarera (algunas repetidas en varias noches). Estuvieron los más convocantes, Abel Pintos confirmó que es el fenómeno del momento y Jorge Rojas sigue siendo de los que más entradas vende. Los grandes siguen marcando diferencia: León Gieco y un show implacable de dos horas hasta el amanecer, Teresa Parodi presentando nuevas canciones y artistas jóvenes de Latinoamérica como la uruguaya Ana Prada o Yusa de Cuba. Sublime, popular y cuidado a la vez Chango Spasiuk y Raúl Barboza llevaron la poesía a sus fuelles. Bruno Arias obtuvo una consagración esperada que en cualquier momento llegaría, porque Bruno no trabaja para ser consagrado, sino que en su proceso de trabajo de años la consagración cae por decantación. El Chaqueño, Los Nocheros, Los Tekis, Sergio Galleguillo o Luciano Pereyra, infaltables en todo festival también son números fuertes por su cantidad de seguidores.

 
En una línea similar Guitarreros, Canto 4, Alma de Luna o Los Guaraníes, y decenas de grupos más, expresan una faceta dentro del folklore que si bien es una fórmula repetida hasta el cansancio, aún tiene vigencia y por tanto un lugar en el escenario.

Con la presencia de Estela de Carlotto invitada por la Compañía de Danzas “La Popular” hubo espacio para la reflexión y los Derechos Humanos. Así también conservan un lugar los cantores que dicen: Raly Barrionuevo, José Ceña, Pueblo Nuevo de Ecuador, Nahuel, el mismo Bruno Arias, Rubén Patagonia por citar algunos, aunque en proporciones de tiempo sobre el escenario no son los más favorecidos.


Por otra parte, y contrariamente a una excusa que no tiene sustento, queda demostrado que en los festivales también se pueden poner números para ver y oír con atención y que ponen lo claro por encima de lo ruidoso, no hay que subestimar al público que sabe aplaudir de pie a Juan Falú, Trío MJC, Aymama, Juan Carlos Cambas, Baglietto-Vitale o Las Fulanas Trío. Y es grato encontrar a cantoras en la grilla como Ángela Irene, Bruja Salguero, Paula Basalo, Mónica Abraham, o propuestas como las de Franco Luciani, Gustavo Patiño, Peteco Carabajal, Pancho Cabral, Pablo Lozano, Orellana-Lucca u Orozco-Barrientos (aunque a veces no tan beneficiados por los horarios en que suben) o decidores como Omar Moreno Palacios, Yacomuzzi-Delfor Sombra, Orlando Vera Cruz, Jorge Marziali, Efraín Colombo entre los jóvenes, por ejemplo.

Y nunca faltan esas emociones, que llegan de la mano de la sencillez de los históricos que también saben ser reconocidos por la plaza: Los Manseros Santiagueños, Los 4 de Córdoba, Los Visconti, don Juan Balderrama, Vitillo Ábalos, Suna Rocha, Los Carabajal, Víctor Heredia nos hacen notar que el pueblo tiene memoria. Memoria que el notable maestro de ceremonias Marcelo Simón y la incorporación de Marcelo Iribarne en la conducción era refrescada por sus historias cargadas de conocimiento, mientras Maia Sasovski desfilaba con sus vestidos y pedía ovaciones en cada salida.

 

MÁS ALLÁ DEL ESCENARIO, ENTRE POETAS, PEÑAS Y ARTESANOS


 

 
Los límites de Cosquín van mucho más allá de la Plaza Próspero Molina. De día muestras culturales y conferencias se llevan adelante en la Escuela Roca, en ese mismo lugar, a partir de las 20:00 hs se abre un tiempo para un remanso para la palabra, el Encuentro de Poetas con la Gente, que en este 2013 llega a su edición n°12. Y allí los homenajes a los grandes artesanos de la palabra emocionan hasta las lágrimas, homenajes sinceros que no caen en golpes bajos sino en compartir la obra de hombres como: Hamlet Lima Quintana, Juan Carlos Bustriazo Ortiz, Manuel J. Castilla, Juan L. Ortiz, Glauce Baldovín, Romilio Ribero o Ariel Ferraro. Posibilidad también para conocer enormes poetas que vienen de los distintos puntos cardinales del país y del continente y escuchar a músicos como Ramón Ayala, Pancho Cabral, Ramiro González, Florencia Dávalos, José Ceña, Mario Díaz, Nahuel, Roberto Yacomuzzi o Adriana Céliz, que nota a nota honran la palabra de estos grandes creadores. Paseos de artesanos, feria del libro y muestras fotográficas, de pinturas y esculturas completan una variada oferta cultural, que se encuentran en el marco del festival, en la que también hubo una marcha por el agua y la vida y para decir "Fuera Monsanto de Córdoba", que acompañaron artistas como Rubén Patagonia, Paola Bernal, Juan Iñaki, Rafael Amor, Namuncurá, La Calada, el ballet Gualicho y la cantante del Dúo Allpa los ganadores del pre-Cosquín canción inédita con "María de Famatina", de Gustavo Machado también presente.



 

 
 

Prolongación del festival son las peñas, cada una de ellas con un estilo particular. Con las mejores programaciones La Salamanca y la Peña de Pao y Tití están siempre repletas y son las más concurridas, junto a la histórica peña de La Real. La Fisura se extiende hasta altas horas, aunque el patio improvisado de la Piripincha es el lugar que estira los festejos hasta las 10 de la mañana. La peña de Facundo Toro, La Casa de Los 4 de Córdoba y Emerger y la de Alejandro Visconti con precios accesibles brindan la posibilidad de cantar a varios artistas por noche, La Callejera es la elegida por los bailarines jóvenes, La Peña de Cuti y Roberto y la de Los Carabajal congrega a varias familias, en tanto que en la Peña Oficial los artistas además de cantar compiten por ser los destacados y llevarse una mención, este año ganada por las santiagueñas de Mullieris.
En las calles constantemente suenan las guitarras, en la plaza y los balnearios también. “La zamba para olvidar” y “El olvidao” son las que se repiten en todo momento. Y mientras la gente pasea por la peatonal, la plaza o los balnearios puede aprovechar para ver los Espectáculos Callejeros”, en donde centenares de artistas buscan darse a conocer, enfrentarse al público, recibir aplausos, y competir por ser destacados y tocar en el escenacio mayor, como lo hizo este año el conjunto rosarino “Indios de Ahora”. Lejos de pensar que la música de raíz folklórica está en extinción, la cantidad de artistas que hay en todo el festival y que vienen de todas partes, intentando dejar sus discos a la prensa y tocar donde sea posible, son una muestra de que hay folklore y Cosquín para rato.



Publicado por gentileza de Pablo Piris
 
 




 
 

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