sábado, 20 de agosto de 2016

Liuba María Hevia en Argentina

Tras varios años de ausencia, la cantautora cubana se presenta en Buenos Aires, Córdoba, Chascomús, La Plata, Paraná y Rosario. Presenciamos la primera de dos actuaciones en la capital argentina,  con una fuerte presencia de canciones propias así como de tangos y rock nacional.







Liuba María Hevia
Gira “Tantas vidas”
(de Cuba a la Argentina)
Centro Cultural Torquato Tasso
Defensa 1575
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Jueves 18 de agosto de 2016


Nacida en La Habana en diciembre de 1964, Liuba María Hevia ha estudiado música desde pequeña. Toca guitarra desde sus ocho años. Tras su primera formación autodidacta, Liuba ha perfeccionado sus saberes musicales con la prestigiosa profesora santiaguera Leopoldina Núñez Lacret. En 1982 finalizó sus estudios de Terapia Musical en la Universidad de La Habana, integrándose al Movimiento de la Nueva Trova. Un año después comenzó su carrera artística en la ciudad de Cienfuegos junto al trovador Lázaro García. Su arte comenzó a difundirse con mayor fuerza en los años 90, época en que funda su grupo acompañante con presencia del violonchelo, el laúd y el tres. Su primer disco, que ha tenido varias reediciones, se titula “Coloreando la esperanza” y aparece en 1993. 
En esta gira acompaña a Liuba María el músico Arnulfo José Guerra, quien hace segunda voz e interpreta tres, bajo y guitarra.  Con las primeras canciones, la artista cautiva al público presente: excelente dominio vocal y elaborados textos y melodías hacen de este espectáculo una experiencia fascinante. Alguien me espera  y Como un duende son creaciones propias que develan un trabajo refinado en la búsqueda poética y musical de la personalísima cantautora cubana.


Arnulfo José Guerra


Tonada borracha nos acerca a la vibrante música campesina de la isla, por la que Liuba siente gran pasión. Esta creación se engancha con unas Tonadas espirituanas que pueden apreciarse en el registro audiovisual.


 Video: Tonada borracha / Tonadas espirituanas


Mira que me pierdo en la ciudad,
mira que estos pasos al vacío
saben que perdí la dirección,
abre una rendija nada más,
sálvame el instinto de crecer, ilumíname.

Así comienza Ilumíname, canción que da título a su disco de 2002.  Una vez más la bella expresividad de cuerdas y canto le bastan a la artista para atraer la plena atención del auditorio, que por cierto colmó la sala porteña. Con los hilos de la luna es un vívido homenaje de la cantora a su abuelo español, con aires habaneros y asturianos.



Comienza un segmento dedicado al tango, género rioplatense por excelencia. Nos cuenta Liuba que “…cantaba tangos desde jovencita en la Escuela de Música”, influenciada por grandes intérpretes cubanos del género como Berta Pernas, “La Dama del Tango” y Germán Garcil.  A continuación podemos escuchar lindas versiones de Malena (Lucio Demare y Homero Manzi, 1941), El último café (Cátulo Castillo y Héctor Stamponi), con acompañamiento de bajo, y Los mareados (Enrique Cadícamo y Juan Carlos Cobián). De este último tango Liuba recuerda especialmente la versión grabada por Roberto Goyeneche y Mercedes Sosa. Sin necesidad de caer en un falso histrionismo, Liuba interpreta la música ciudadana con su propio estilo, fresco y potente. Finaliza esta sección del concierto una obra “que parece haber sido escrita ayer”: Cambalache, de Enrique Santos Discépolo.



Una de las canciones más emotivas de la noche es la que escucharemos a continuación. Nos cuenta Liuba su “sensación de desamparo” al  recordar el cuento de Cenicienta leído por su madre. Y es precisamente en homenaje a su mamá, ya fallecida, que la artista habanera nos regala su canción Se busca. Un homenaje diferente, aunque también con gran emoción, es el que está implícito en Cautivo (Benedeteando). Rescata la figura imperecedera del gran literato uruguayo Mario Benedetti (1920 -2009), quien se incorporó al Consejo de Dirección de la Casa de las Américas, en La Habana, en 1976.
Ausencia (1997) “…habla de los ausentes – presentes”. Ha sido grabada junto a Silvio Rodríguez en el disco “Del verso a la mar”, del año 1999:

Hay ausencias
que son como el olvido
que empolvan madrugadas y semillas
que se fueron perdidas a esos mares
donde nunca podrán hallar la orilla.

La melancolía de esta canción cede su lugar a un intenso popurrí de clásicos argentinos que Liuba María Hevia nos canta identificándose plenamente con sus líricas y melodías: Serenata para la tierra de uno (María Elena Walsh),  Razón de vivir (Víctor Heredia), Jeremías (Jorge Fandermole), Sólo le pido a Dios (León Gieco), Cuando ya me empiece a quedar solo (Charly García), finalizando con Y dale alegría a mi corazón (Fito Páez). Todas ellas canciones fuertemente ligadas a los procesos sociales y culturales de las últimas décadas en Argentina.




Tantas vidas (2011) es una hermosa canción a través de la cual la artista reflexiona y agradece por sus vivencias, realizando un guiño a célebres artistas a través de algunos versos de sus canciones: Joaquín Sabina, Rubén Blades, Joan Manuel Serrat…  El público aplaude de pie y pide bises, que serán complacidos con los alegres acordes de Tu amor es el canto mío, que trae reminiscencias de la naturaleza. Le siguen Corazón silvestre y Los sueños, bellísimas creaciones en una voz inigualable.





Página oficial de la artista:
http://www.liubamariahevia.com

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