viernes, 25 de abril de 2014

Carina Chávez y el Dúo Lapresa - Navarro en La Paila


Claudia Lapresa y Lucio Navarro aunaron en su propuesta lindas creaciones de raíz folklórica argentina con clásicos de la canción latinoamericana. Carina Chávez, con un sólido conjunto acompañante, ha sido protagonista de un vibrante espectáculo musical con ritmos del noroeste argentino.




Claudia Lapresa y Lucio Navarro: “Caminos de tierra y fuego”

Espectáculo musical de Carina Chávez y su grupo

La Paila

Costa Rica 4848

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Argentina

Viernes 18 de abril de 2014

Claudia Lapresa es cantante e instrumentista. Ha formado parte de los grupos Sanampay (a mediados de los años ’90) y Albahaca (2001-2004). Desde 2003 integra el renovado conjunto Huerque Mapu, del que también forma parte Lucio Navarro. Nacido en Chuquis, La Rioja, Navarro es miembro fundador del mítico grupo argentino cuyo nombre significa “Mensajeros de la tierra”, surgido en 1972 en un clima de enorme efervescencia política. En esta oportunidad y como dúo, Claudia y Lucio nos ofrecen una selección de temas poco transitados de nuestra música de raíz folklórica junto a algunas versiones de canciones latinoamericanas de los años 60 y 70. La única excepción es la zamba Luna cautiva, de José Ignacio “Chango” Rodríguez, muy popular en diferentes interpretaciones. Lapresa y Navarro la cantan a dúo acompañándose respectivamente con guitarra y cuatro. El aire de chacarera Donata Suárez, de Carlos Horacio Herrera y Juan Falú, aporta conceptos renovados para la música de proyección folklórica, en que voces, guitarra y bombo logran una de las mejores interpretaciones del espectáculo, como se aprecia en el audiovisual adjunto.

Video: Donata Suárez
© Fogón Latinoamericano
Lo que más quiero, versos de Violeta Parra musicalizados en ritmo de joropo por su hija Isabel Cereceda Parra, forma parte del repertorio del grupo Inti-Illimani. La versión de Claudia (maracas, voz) y Lucio (cuatro y voz) es bonita, aun cuando los arreglos vocales han sido concebidos para sexteto. La cueca boliviana El pajarillo cierra este primer segmento latinoamericano.
Claudia Lapresa

La Chaya de los pobres (Ramón Navarro y Roberto Palmer) confirma las cualidades del dúo para los ritmos de raíz folklórica. Una de las creaciones más interesantes, El último sapukay, de Oscar Valles, forma parte del repertorio de Huerque Mapu. Compuesta en ritmo de chamamé, cuenta la historia de Isidro Velázquez, “bandolero social” chaqueño muerto en 1967.  Desde otros países de la región llegan María Landó (César Calvo y Chabuca Granda), tocado con cajón y guitarra, y la Chamarrita de una bailanta, de los hermanos uruguayos Carlos y Washington Benavides, muy popular en las voces de Alfredo Zitarrosa y Pablo Estramín. La versión del dúo puede apreciarse en este video.

Video: Chamarrita de una bailanta
© Fogón Latinoamericano
El repertorio de la “canción social” también está presente en la chacarera ¿Se acuerda, Doña Maclovia?, compuesta en texto por León Benarós y en música por Carlos Di Fulvio (1977):
Sabrán los que tienen tanto
lo que un pobre necesita
tan harto que hay para algunos
y para otros nadita.
Chacarera chacarera
toditos somos iguales
para unos los beneficios
y para muchos los males.
Lucio Navarro

Esta nueva interpretación confirma la solidez del dúo en el repertorio de ritmos nacionales. Le siguen la galopa Canto misionero, de Roberto Palmer y las Coplas de un alojero, de José Jesús Oyola. Estas últimas, basadas en coplas de chaya antigua de Machigasta, La Rioja, referencian la ceremonia de los indios diaguitas a la deidad conocida como el Chiqui.



Muerte del poeta, con letra de Raúl González Tuñón y música de Daniel Amaro, músico uruguayo exiliado en Noruega, es un lindo homenaje a la gran figura de Federico García Lorca. Parte del poema dice:
¡Qué aire de antigua voz de estatua rota
 rodea su sepulcro amanecido
 cuando suben y bajan los claveles
en donde se desploma Federico!
Todas las cosas que él amaba crecen
 junto a su muerte desbordante río
 que corre por la tierra de los hombres
en donde se desploma Federico.
En esta interpretación Claudia toca la guitarra y Lucio puntea el charango. Otro gran poeta, el cubano José Martí, ha dado vida a los Versos sencillos, de los cuales el cantautor Pablo Milanés musicalizó una selección.


Volvemos a la Argentina con magníficas interpretaciones de Gatito ‘e las penas (Raúl Carnota) en guitarra y bombo y El avenido, huayno de Gustavo “Cuchi” Leguizamón, cantado con acompañamiento de guitarra y charango. Como bis, el clásico poema de Nicolás Guillén La muralla, conocido por la musicalización que realizara el grupo Quilapayún. Voces, cuatro y maracas protagonizan el cierre de este primer espectáculo.


Carina Chávez nació en Buenos Aires en septiembre de 1980. La música y la danza, cultivadas por sus padres santiagueños, han influenciado a Carina desde muy pequeña. Comenzó a tomar clases de vocalización con la Sra. Norma Stramare  y cursó sin completar la carrera de Licenciatura en Folklore en el IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte). Carina Chávez ha formado parte del grupo Las Chirleras en canto con caja, actuando en diversos escenarios y peñas. Como solista viene realizando desde hace algunos años una prometedora carrera, interpretando principalmente la música del noroeste argentino.
Acompañada por Nicolás Albornoz (guitarra), Rubén Gómez (bandoneón) y Nicolás Vilchez (bajo), Carina hace gala de sus dotes para el canto en una variedad de ritmos de raíz folklórica argentina.

Carina Chávez


El espectáculo comienza con varias vidalas riojanas, acompañándose de caja. Estas coplas incluyen  Tan alta que está la luna y A la mañanita, recopilación de Leda Valladares. Le sigue el popular bailecito Sirviñaco, de Jaime Dávalos y Eduardo Falú, que puede apreciarse en el siguiente video:

Video: Sirviñaco
© Fogón Latinoamericano y Carina Chávez
El repertorio santiagueño está muy presente en las versiones de Carina. Podemos apreciar  la chacarera La algarrobera, de Andrés Chazarreta y el Gatito del vidalero, de Julio Domingo Ayunta, vertidas con calidad vocal e instrumental, en este último caso gracias al sólido grupo acompañante. Siguen las chacareras: Chacarera del Miski Mayo (Napoleón y Adolfo Ábalos, 1942) y Cuando el diablo anda en el vino (Mario Arnedo Gallo) afirman el acierto en la elección del repertorio.
Nicolás Vilchez

La zamba La sanlorenceña (Jaime Dávalos) y el bailecito El salinero (Juan de Dios Cabana) aportan una necesaria variedad, manteniendo la calidad interpretativa. Le siguen las chacareras Fiesta churita (Agustín Carabajal) y Corazón salavinero (Horacio Banegas), cuya versión rescatamos en el siguiente audiovisual.

Video: Corazón salavinero
© Fogón Latinoamericano y Carina Chávez
 
Rubén Gómez y Nicolás Albornoz aportan el toque tradicional en sus respectivos instrumentos, bandoneón y guitarra. Los toques más renovadores están dados por el bajo de Nicolás Vilchez.


Rubén Gómez

Promediando el espectáculo llegan Gato de madrugada (Carlos Carabajal y Pablo Raúl Trullenque) y la sección que mixtura la vidala Y ya me voy con el carnavalito Soy de la Puna, de José María Mercado.

Nicolás Albornoz
A modo de bises, tres temas bien bailables: Duende escondido (Luciano Cañete / Juan Enríquez), como lo dice su nombre, un escondido, y las chacareras Achalay, tierra mojada (Antonio Ríos / Pedro Luis Ríos / Cristóforo Juárez) y la muy célebre La carbonera, de Adolfo Ábalos y Julián Díaz).


Agradecimientos especiales a Carina Chávez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario