Santa Fe, Sábado 29 de octubre de 2011
Tras una auspiciosa noche inaugural, “Sonamos Latinoamérica” abre una nueva velada que promete ser tan generosa y variada como la que ya hemos podido disfrutar. Con la simpática conducción de Ysabel Tamayo y Oscar Gomítolo se levanta nuevamente el telón en el Centro Cultural Provincial.
Oscar "Poli" Gomítolo
El dúo Malosetti – Goldman se forma en agosto de 1996, uniendo los talentos de Raúl Malosetti (guitarrista y compositor) y Rolando Goldman (charanguista). Ambos comienzan a estudiar música desde muy jóvenes. Mientras que Raúl recibe las influencias del jazz por parte de su tío Walter Malosetti, Rolando profundiza en las sonoridades de raíz folklórica. Con una gran trayectoria solista en sus respectivos estilos, la conformación del dúo nos permite acceder a un nuevo universo en que se entrecruzan diferentes formas de entender la música.
Raúl Malosetti (izq.) y Rolando Goldman
En equilibrio (Malosetti) inicia el recital, simbolizando de alguna manera la propuesta del dúo. Le sigue una excelente versión del vals venezolano El diablo suelto, de Heraclio Fernández, una de las piezas preferidas de los grandes guitarristas del mundo. Raúl nos brinda su gran fuerza expresiva en un tema propio llamado Sabona, ejecutado sólo con guitarra. Por su parte, el charango solista de Rolando se luce en la hermosa obra El arriero, compuesta por el mítico músico boliviano Mauro Núñez. La obra es muy bonita en su musicalidad.
Tras los temas solistas, el dúo vuelve a tocar como tal: Un día de agosto, de Raúl Malosetti es un tema con mucha fuerza: nos sugiere elementos del rock, emulando la guitarra algunas sonoridades del bajo. El charango suena espléndido, con idéntica intensidad. En otras interpretaciones el sonido muy andino se mezcla con los punteos “rockeros” de Malosetti, que le brindan un toque interesantísimo a la melodía. Las innovaciones de Raúl y la excelencia del charango de Goldman se complementan de maravilla para crear nuevas sonoridades.
La cueca La bolivianita (que en el CD del dúo aparece como anónima, mientras otras fuentes la atribuyen a Antonio Pantoja) se traduce en una ejecución impecable, realzada aun más por el excelente sonido de sala. Como bis, el Dúo Malosetti – Goldman recrea el bailecito Subida, del afamado músico y luthier Ernesto Cavour.
El Trío Cordes Pinceés de Paris es otro de los lujos que nos brinda el festival santafesino. Conformado por Zdenka Ostadalova (clavecín), José Mendoza (charango y bombo) y Gérard Verba (guitarra), esta agrupación ha experimentado la recreación de música académica, sumando flauta y violín, y también la música de raíz latinoamericana.
El primer tema, popular español del siglo XVII recopilado por Luys de Narváez (1500-1550), Guárdame las vacas le da un especial protagonismo al clavecín, tocado de forma exquisita. Le sigue una Chacona del autor italiano Niccolò Vito Piccinni (1728-1800) , pieza con sonido de estilo barroco al que se suma la belleza del charango.
Gaspar Sanz, nacido en Teruel en 1640, ha sido un compositor y guitarrista del Barroco español que nos ha dejado como legado una gran cantidad de obras variadas en ritmo y estructura. El Trío recrea con maestría estos temas españoles que reciben los nombres de Españoleta, Pavana, Gallarda y Zarabanda, donde José demuestra una gran habilidad con las castañuelas y Gérard una delicada interpretación guitarrística que evoca las composiciones de otro gran autor español: Francisco Tárrega.
Video: Trío Cordes Pinceés
(gentileza Sonamos Latinoamérica)
Antes del final, una obra cuya autoría comparten Gérard y José (quien ejecuta un charango hecho con el caparazón del quirquincho): se trata de Dos continentes, tema que ahonda en las raíces latinoamericanas, y al que asociamos con la versión que hiciera el grupo Inti-Illimani del tema Huajra de Atahualpa Yupanqui. Pero a diferencia de aquella interpretación, la composición de Mendoza y Verba posee una mayor variedad de sonoridades propias de cada uno de los instrumentos que tocan. El broche de oro se lo lleva Fandango, baile popular español recreado por el compositor italiano Luigi Boccherini (1743 -1805).
El Trío de Ida y Vuelta es un conjunto colombiano formado por Samuel Ibarra (dirección, flauta y guitarra), Diego Germán Gómez (bandola) y Julián Solano (tiple) en el año 2005, cuando egresaron de la Escuela de Música de Ginebra (departamento Valle del Cauca). La propuesta de este grupo musical ahonda en ritmos de la región andina de Colombia muy populares durante la primera mitad del siglo XX y que ahora aparecen rescatados y recreados con algunos toques novedosos sin llegar a modificar sustancialmente las raíces de estas creaciones.
El pasillo colombiano Bodas de oro es la primera obra que nos permite apreciar la calidad del trío. Corazonada, de Luis Uribe Bueno, es también un pasillo, cuya dulzura es similar al valsecito y que contiene también elementos españoles y caribeños. Según los jóvenes intérpretes, ésta es “una música llena de contrastes”. Luis Calvo, nacido a finales del siglo XIX está presente en el recital a través de su vals Secreto, que posee una estructura y ritmo variados entro del mismo tema.
La gavota María (de Benigno “Mono” Núñez) aporta un sonido más similar al de la música culta europea, pero es el ritmo el que lo diferencia de aquellas obras. Aquí se lucen la bandola de Diego y la flauta dulce en la ejecución de Samuel. Cabe destacar que la bandola deriva de instrumentos del “Viejo Continente” como la mandolina o la bandurria, mientras que el tiple, interpretado por Julián, es netamente colombiano. Seguimos en la región andina colombiana (la cual conforman catorce departamentos): Samuel vuelve a maravillar con la ejecución de aerófonos, luciéndose especialmente en partes muy veloces de la obra. Se trata de El tolimense, de Gentil Montaña.
Otro ritmo que estamos conociendo a través del Trío de Ida y Vuelta es el bambuco, que recibe aportes de la música africana. En este caso, la obra Sentimiento motilón, de Luis Uribe Bueno alude a los indios motilones del departamento Norte de Santander. La bandola le brinda a este tema un aire juglaresco muy interesante. Como bis, un pasillo que estos talentosos jóvenes tocan desde niños: Constelación, de Álvaro Romero, un compositor que ha creado obras para trío típico y grabado como intérprete más de veinte discos. El paso del Trío de Ida y Vuelta por Santa Fe será recordado por mucho tiempo, dada la calidad y el talento de estos músicos de la hermana Colombia.
De los Andes colombianos nos vamos al Perú, para disfrutar de su música criolla a través del grupo Proyecto Ofrenda Maestra. La guitarra de Renzo Gil se une a la voz de Jorge Figueroa Cavero y las percusiones en cajón peruano de Hubert Reyes Mesías. La primera obra que escuchamos es el vals Amargura, de Laureano Martínez, cuya temática parece relacionarse con la del tango (“los días que se fueron”) y que en Argentina hemos conocido también en las voces del dúo Los Visconti. El mismo ritmo nos trae El canillita, que evoca a un mocito vendedor de diarios en los versos y la música de Julio Pinglo Alba.
Proyecto Ofrenda Maestra
Video: Ofrenda Maestra en Sonamos Latinoamérica
(por gentileza del sr. Renzo Gil)
Renzo Gil recitando la "Décima"
Una de las obras más singulares de Proyecto Ofrenda Maestra es la décima Peinando canas, compuesta por Juan Urcariegui García y recitada con honda emoción por don Renzo Gil. La música nos resulta similar a algunas composiciones chilenas . Desde la ciudad de Piura nos llega el ritmo tondero: la canción Mi burrito nos entretiene con su ritmo bien animado y típicamente peruano. No podía faltar una obra de la inolvidable cantautora Chabuca Granda: nada menos del homenaje que le hiciera a su padre, en los sentidos y elegantes versos de Fina estampa, que si bien es un vals, el trío lo interpreta en ritmo de zamacueca. A pedido del público, una marinera cierra una noche plena de emociones y sonoridades.
Más información:
Facebook: Ofrenda Maestra
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