“Canto al Programa” es una obra en formato cantata con textos
de Julio Rojas y música de Sergio Ortega y Luis Advis. Interpretada por
Inti-Illimani, la obra fue presentada en 1970 en formato discográfico con el objeto
de hacer conocer las principales medidas del gobierno de la Unidad Popular
liderado por Salvador Allende. Más de cuarenta años después el conjunto Canto Crisol, formado por jóvenes
estudiantes de la Universidad de Chile, decide recomponer las partituras a
partir de la escucha del disco. De esta manera comienza un proceso de rescate
de la obra original, reformulada a partir de la vinculación con las
problemáticas actuales, muchas de ellas significativamente similares a las de
aquella época.
Entrevista a Canto
Crisol
A diferencia de otras
obras de Luis Advis y Sergio Ortega, “Canto al programa” pareció quedar
relegada del interés de los músicos. ¿Cuáles han sido los motivos para
rescatarla y recrearla a más de 40 años de su grabación original?
Precisamente hay dos conceptos en la
pregunta que son fundamentales para nuestro montaje de Canto al Programa, y son
los de “rescatar” y “recrear”. En un principio, en agosto de 2013, surge la
idea de montarla bajo un contexto conmemorativo, es decir, como recuperación de
patrimonio simbólico en el contexto de los 40 años del golpe, de una obra que
no se volvió a tocar más. Es en este primer montaje, donde aquilatamos
seriamente la actualidad de los temas tratados en cada canción, por lo que
surge la necesidad de contextualizarla a los tiempos actuales. Para resignificarla,
sacándola del ámbito de lo conmemorativo y pasar así a lo propositivo, es que
decidimos sacar los relatos que cruzan cada canción y en su lugar poner videos
de distintos actores sociales refiriéndose a la actualidad de los temas
tratados en Canto al Programa. De cierto modo, es para nosotros una propuesta
que busca hacer síntesis entre un producto estético de los años 70 con las
discusiones políticas, sociales y culturales del día de hoy. Este es para
nosotros el punto germinal para decir que asumimos esto como una base artística
que históricamente nos pertenece, por lo que de acá partimos para adelante.
Sin las posibilidades
tecnológicas actuales, el disco pareció ser un buen vehículo de difusión de las
40 principales medidas del gobierno de la Unidad Popular. ¿Cómo valoran esa
etapa de la historia chilena y latinoamericana (1970 -1973)?
En
particular en Chile, la época fue el inicio de la liberación de un potencial
gigantesco, que es el potencial de las masas populares trabajando por una
transformación profunda y definitiva. Precisamente un punto importante en ello
se aprecia en la creación de esta obra (y la consecuente grabación y edición en
disco), ya que demuestra cómo el proceso fue tenía un carácter decididamente mancomunado,
considerando a todas las facetas de la sociedad en él, como es el artista que
dedicaba y entregaba su trabajo a su pueblo y el trabajador explotado al cual
se le entregaron las herramientas para plantarse firme por su dignidad.
Algunas voces catalogan
a la obra como “cercana al panfleto”. Sin embargo, hay virtudes que trascienden
la mera enunciación, como la variedad de ritmos presentes en el Canto… ¿Coinciden
en esta apreciación? ¿Qué otros elementos de la obra les parecen destacables?
Nosotros como grupo partimos de la
premisa de que todo arte es político, sea explícita o no esa condición. El arte
puede ser político por forma (continente) o por sustancia (contenido). El arte
es político, en sentido lato, en cuanto es producto estético determinado
por una época determinada, con relaciones
de producción determinadas y por lo tanto con relaciones sociales determinadas
mediándola. Por otra parte, el arte puede ser político, en sentido corriente, cuando
su mensaje está directamente direccionado a una ideología o una causa. Es lo que llamaríamos “cercano
al panfleto”. Respecto a la noción de panfleto, hay que entender que el hecho
de que el mensaje sea lo más claro, eficaz y rápido posible responde a una
necesidad de abarcar un espectro lo más amplio posible de gente (por lo general
lejana al disfrute musical o artístico) en alguna situación histórica
determinada, y para ello, el mensaje no puede manifestarse soterradamente. En
particular, en música, no es necesario el privilegio exclusivo del texto so
pena de lo técnico. Un elemento político sumamente vistoso (formal), es la
unión que hicieran Ortega y Advis, de la música académica y la música popular,
mostrando una síntesis de dos categorías que en la historia de la música pocas
veces se ven reconciliables. Es esto mismo, lo que hace que hayan elementos
musicales sumamente interesante en la obra, donde teniendo elementos como
progresiones y modulaciones, con una plantilla instrumental folklórica, se
enriquece enormemente el lenguaje de la música popular. Una de las canciones
que nos parece más interesante musicalmente, es la Canción de la Nueva Cultura,
donde con el uso de la escala hexáfona, Ortega genera un ambiente musical
mapuche con un dúo de quenas sonando como pifilkas. También la cantidad de
danzas y ritmos que hay en el Canto al Programa son elementos a mencionar: Hay
rin, vals, cuecas, sajuriana, tonada, marcha. Nos parece a nosotros que esta es
una pequeña demostración de que no es necesario el empobrecimiento técnico en
pos de la claridad del mensaje (cuando se aborda el elemento político desde la
sustancia y no desde la forma), pese a que Canto al Programa, en las
condiciones de composición, no es una obra que ambiciona tanto técnicamente.
José, Víctor, Ariel, Alfonsina, Flavio y Arnaldo, parte del
grupo Canto Crisol
Ustedes encuentran
coincidencias entre el contenido de las canciones y las temáticas tratadas por
los movimientos sociales actuales. ¿Cuánto se ha avanzado (o no) desde 1970 y
qué tareas están pendientes de concretarse en Chile, según vuestra visión?
Al
menos cada una de las temáticas tratadas por el canto al programa sigue
totalmente vigente, pero de una forma distinta. Esto quiere decir que los temas
en sí han mutado con el paso de los años, en ningún caso que hayan mejorado, es
decir, no tiene sentido comparar en frío la situación de 1970 con la situación
actual, considerando los avances tecnológicos a nivel mundial y la cultura de
las apariencias del Chile de hoy. El sistema económico vigente desde el golpe
de estado ha tomado otro camino en todos estos temas, avanzando en una
dirección contraria a los objetivos del canto, que tiene una intención
absolutamente social y comunitaria.
En concreto, podemos ver por ejemplo
que versos como “ha de ser buena medida hacer que el viejo congreso vaya
cediendo lugar a la asamblea del pueblo” o “nacionalizaremos muchas riquezas,
sistemas financieros, grandes empresas” son calcados hoy en las consignas de
los movimientos sociales. A esto, por supuesto, se le suman nuevas demandas
acordes a la misma evolución histórica mencionada, como la democratización de
los medios de comunicación y la igualdad de género entre otras.
Las mismas tareas siguen pendientes
no porque hayan quedado estáticas, sino porque los gestores de nuestro actual
sistema hicieron lo posible por imponer medidas contrarias a las propuestas, e
incluso porque nos olvidásemos de ellas, partiendo por la capacidad de
organización y de pensamiento colectivo.
Por último, ¿cuándo
consideran que estará disponible la versión discográfica de Canto al Programa
de Canto Crisol?
Aún estamos viendo la factibilidad de
hacerlo con respecto a los derechos autorales y fonográficos, por lo que
dependiendo de eso ponemos fecha. Es por eso que preferimos no hacer ninguna
mención pública al respecto.
Integran Canto Crisol: Arnaldo
Delgado, Flavio Gutiérrez, Víctor Gutiérrez, José Monreal, Alfonsina Torrealba,
Ariel Maringer, Cristóbal Durán, Daniela Pacheco, María Jesús Torres, Rita Paz
Torres y Lía Toro.
Material gráfico propiedad de Canto Crisol.
Página oficial:
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