sábado, 8 de octubre de 2011

Violeta se fue a los cielos

Con su preestreno el viernes 7 de octubre en el Colegio de Abogados, la película sobre la genial artista chilena Violeta Parra llegó a la Argentina. El filme, cuyo estreno comercial se anuncia a fines de este mes, está protagonizada por Francisca Gavilán, quien ha realizado una importante tarea de composición del personaje.


Trailer de la película (fuente: You Tube)

                El cineasta chileno Andrés Wood ha logrado la singular aventura de llevar al cine la  figura artística de Violeta Parra (1917-1967), cantautora, folklorista, escritora y artista plástica que trascendió las fronteras de su país para convertirse en una referencia ineludible de las artes latinoamericanas.  La tarea de Wood no parecía sencilla, por tratarse la protagonista de un personaje con una vida tan intensa como inabarcable en la duración de una película cinematográfica. Sin embargo, el proyecto pudo llegar a buen término gracias, en buena medida, a la excepcional composición de Violeta lograda por la actriz Francisca Gavilán, quien no sólo estudió la vida de la legendaria artista, sino que además aprendió a tocar, en poco tiempo, la guitarra y el charango. De esta forma, Francisca logra una interpretación cabal de Violeta, apasionada, dulce y fuerte a la vez.

                La película muestra varios pasajes de la vida de Violeta, que se van intercalando con un reportaje televisivo realizado en Argentina a principios de los años 60. Así, podemos ver a Violeta de niña, junto a su papá Nicanor y sus hermanos, tratando de sortear la pobreza; en otras escenas con su pequeño hijo Ángel acompañándola por agotadores caminos campesinos en busca de versos y canciones atesorados por los ancianos de los pueblos, o cantando en Varsovia para un público que la escucha atentamente. Faltan, sí, muchos episodios, ilaciones de distintos momentos de su vida que aquí se van dando salteados, como flashes o recuerdos selectos de su corta pero apasionada existencia. A pesar de estas limitaciones, Violeta se fue a los cielos es una película necesaria, ya que por primera vez acerca en este formato las vivencias de esta creadora mítica. Sus pasos por la ciudad de París, donde expone su obra plástica, y la tormentosa relación con el músico suizo Gilbert Favre no podían faltar en el filme, inspirado en el libro homónimo de Ángel Parra.

                Cuando en los años 50 y 60 del siglo pasado, los sudamericanos viajaban a Europa para traer y reinterpretar lo que se realizaba artísticamente en el Viejo Continente, Violeta realizaba el camino contrario: mostraba en aquella parte del mundo las manifestaciones culturales surgidas aquí y que poco y nada se conocían allende los mares. Su tarea precursora de hacer conocer a través de canciones y obras plásticas la cultura de los Andes y de otras regiones de nuestro subcontinente tuvo su recompensa en la entusiasta recepción manifestada por el público y la crítica de países como Francia, Inglaterra y Suiza, entre otros. Por otra parte, la enorme tarea de recopilar los cantos folklóricos chilenos, tarea encarada por muy pocos investigadores, implicó salvar del olvido cientos de versos y músicas que explican el origen de ritmos como la cueca, la refalosa, el cachimbo, los versos a lo humano y a lo divino, entre muchos otros. Asimismo, esta tarea de recopilación ha sido el sustrato de muchas de sus creaciones originales, que puede conocerse a través canciones como Y arriba quemando el sol, Run Run se fue pa’l norte o Volver a los 17, por citar sólo algunas.

                Si bien Violeta tuvo siempre el reconocimiento de su pueblo, de la gente sencilla que valoraba su obra, las instituciones solían cerrarle sus puertas a las innovadoras y atractivas ideas de Violeta por valorizar la música nacional. En algunos casos no le pagaban por sus actuaciones televisivas o sencillamente la menospreciaban por su origen humilde. Estas injusticias, sumadas a la pérdida de su gran amor, el citado músico Gilbert Favre, parecen haberla llevado a tomar la determinación de terminar con su vida, en la soledad de su carpa en las afueras de Santiago, a principios del año 1967. Sólo tras su desaparición física  comenzó a valorarse con más conciencia el rico y aparentemente interminable legado artístico de Violeta.


Violeta se fue a los cielos
(Chile / Argentina / Francia, año 2011)
Guión y dirección de Andrés Wood
Con Francisca Gavilán, Luis Machín y gran elenco.

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