martes, 11 de abril de 2017

Obras de Atahualpa Yupanqui en partituras

El autor de Luna tucumana dejó como legado para las nuevas generaciones una obra magnífica plasmada en amplios registros discográficos. Pero quienes intentaban abordar su obra desde un estudio académico se encontraban con la falta de partituras que permitieran recrear cada composición lo más fielmente posible. Gracias a la entusiasta labor de transcripción del guitarrista pergaminense Arturo Zeballos los estudiosos del trabajo de Yupanqui cuentan con cuatro volúmenes  que incluyen composiciones del recordado cantautor así como obras de otros autores arregladas por don Atahualpa.




Héctor Roberto Chavero (1908 – 1992) nació en el partido de Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Aprendió a tocar violín con el padre Elifio Rosáenz, aunque su interés se centró en la guitarra. Su único maestro fue el concertista Bautista Almirón, de la ciudad de Junín. A partir de unas vacaciones con su familia en la provincia de Tucumán, el futuro compositor descubrió músicas que serían vitales en su propio arte. Como cantautor adoptó el seudónimo Atahualpa Yupanqui (en idioma quechua: “el que viene de lejos a decir algo”). Vivió en Entre Ríos, Montevideo y Santa Fe.  En 1931 se casó con Alma Alicia Martínez, con quien tuvo tres hijos; en 1937 Yupanqui se separó de su esposa, quien se radicó con sus hijos en Junín. En 1942, en Tucumán, el músico conoció a la pianista Antonietta Paule Pepin-Fitzpatrick (“Nenette”), quien realizaría un gran aporte a la obra de Atahualpa a través de composiciones tanto propias como en colaboración con el propio Yupanqui.  En 1945, el músico se afilió al Partido Comunista Argentino (PCA), escribiendo interesantísimos artículos a través del periódico de esa organización. Su militancia en la izquierda le significó la persecución, encarcelamiento y torturas durante la presidencia de Juan Domingo Perón. En 1949 viajó a París, ciudad en la que actuó en julio del año siguiente por invitación de la famosa artista Édith Piaf. Ese mismo año grabó su primer LP europeo, “Minero soy”, a través del sello Le Chant du Monde.

De regreso a la Argentina construyó su hogar en el paraje cordobés Cerro Colorado. Recorrió el país con su arte y participó, en doble calidad de actor y compositor musical, en las películas “Horizontes de piedra” (1956) y “Zafra” (1959). Entre 1961 y 1967, en pleno “boom del folklore”, Yupanqui escribió una serie de artículos para la revista “Folklore”. Según el periodista Schubert Flores “en Yupanqui estamos acostumbrados a ver al artista: al músico y al poeta, pero también está el pensador, con rasgos de sabiduría y absolutamente enraizado en nuestra tierra. Es un gran pensador”. A partir de la década siguiente alterna su residencia entre Argentina y Francia, grabando importantes fonogramas en ambas naciones, entre ellos “Lloran las ramas del viento” (1971), “Mi tierra, te están cambiando” (1973) y “Canción para Pablo Neruda” (1974). Sus  visitas se hicieron menos frecuentes durante la dictadura cívico – militar (1976 -1983). Ya en democracia, Yupanqui recibió importantes reconocimientos como el Premio Konex de Brillante (1985) y un homenaje en la Universidad Nacional de Tucumán (1987). En 1990 actuó en el ya mítico Festival Nacional de Folklore de Cosquín. El músico falleció en Francia en 1992.




Obras para guitarra transcriptas en partituras

Arturo Zeballos, nacido en 1963 en Pergamino, es un fiel admirador de la obra de Yupanqui. Desde 1980 se ha dedicado al estudio y la transcripción de la obra para guitarra del recordado cantautor. Ha editado hasta el momento cuatro volúmenes de transcripciones, el más reciente en 2016.  Cuenta Arturo: Vengo trabajando este material de piezas para guitarra instrumental de Yupanqui desde la década de 1980  cuando quería tocar muchas de esas obras y no había prácticamente nada editado, o al menos lo que yo buscaba ya que lo que se conseguía eran piezas conocidas que él cantaba y que algún otro guitarrista había hecho un arreglo, pero no las obras que Yupanqui interpretaba en solos de guitarra en sus recitales o sobretodo en sus  long play, casetes, lo que por esa época se editaba”  “No quedaba otra que escuchar esas grabaciones y poco a poco volcarlas en el pentagrama como un bosquejo o bien detalladamente como fui haciéndola en el tiempo. Así comencé por La Estancia Vieja, Viene Clareando, Zamba del Pañuelo” (que están editadas en los volúmenes anteriores) o La Nadita, Malquistao  o Zamba del Colalao  que vienen, entre otras 16 piezas más,  en este próximo trabajo. Como algunos dicen, una tarea titánica de transcripción y de conservar algo tan valioso en la literatura para guitarra y en la obra del maestro”.


Arturo Zeballos

El Libro 4 de Obras para Guitarra de Yupanqui contiene las obras Malquistao, Vieja danza querida, Zamba del colalao, El indio y la quena (popular andina), La cochamoyera, Zamba del viento (Popular – A. Yupanqui), Pastoral india (Popular), Los ejes de mi carreta (Romildo Risso y A. Yupanqui), Dulce mbarakapu (Popular), Qué linda sois (tradicional), Don Emiliano (Pablo del Cerro), La Paulita (P. del Cerro), Zamba de Vargas (tradicional), La humilde (Julián Díaz), El mal dormido (P. del Cerro), La flor del cardón (Manuel Acosta Villafañe), La tristecita (Ariel Ramírez y Osvaldo Sosa Cordero), La nadita (A. Yupanqui) y La del campo  (P. del Cerro). La presentación oficial se realizó el 4 de junio de 2016 en Pergamino; posteriormente se extendió a ciudades como La Plata, Mar del Plata, Rosario, Córdoba y San Luis. En el exterior se presentó en Hungría, Alemania y Eslovaquia. La edición cuenta con comentarios de prestigiosos músicos como Raphaella Smith (Bélgica), Irma Constanzo, Eduardo Castañera, Juan José Olguín (Argentina), Ruben Seroussi (Uruguay), Jozef Zspaka (Eslovaquia), y los periodistas especializados Schubert Flores Vasella(Uruguay), Sebastián Dominguez y Santiago Giordano.

Fotos: gentileza de Arturo Zeballos
           
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