martes, 1 de junio de 2021

Dolor por el fallecimiento de Fidel Ferrández

 El reconocido vidalero falleció el pasado 29 de mayo en la ciudad santiagueña de Fernández. 



La vidala es una forma de composición poética de raíces muy antiguas, nacida en los montes santiagueños. Es un género sin danza cuyo canto suele acompañarse con caja o tambor, y eventualmente con rasgueos de guitarra. En esta provincia argentina, y más precisamente en la llamada "capital del agro santiagueño" supo brillar la figura de don Fidel Alejandro Ferrández. Conocimos su arte ancestral cuando se presentó en el Festival Internacional "Sonamos Latinoamérica", en la ciudad de Santa Fe. En 2017 lo hizo junto a la bailarina y licenciada en investigación folklórica María Alejandra Roldán, bajo el nombre común de "Alesita y Fidel Cajaspa wachainin chaupi", que en lengua quichua significa "Somos el llanto de las cajas". En esa oportunidad pudimos disfrutar las coplas de los pueblos originarios del centro y sur de aquella provincia. 

Así lo recuerda María Alejandra: "Con Fidel nos une una hermandad, del corazón y la amistad. Nos une el sentido de mantener la vidala, su paisaje, su sentir. Porque la vidala viene de "vida", y por tal ese sentir al llevarla a la voz está cargada de existencia de verdad, de honestidad y amor por lo nuestro, como el paisaje sonoro del silencio del monte, el desarraigo, el obraje, la vida".
"Con Fidel recorrimos mucho camino, mates, tortillas, guitarreadas, giras y por sobre todo la hermandad y la familia, donde la vidala era el gran abrazo del encuentro, de la despedida, de la alegría, del momento y el instante que une todo: la tierra y su sentido de pertenencia. Y eso lo hace único y sagrado. Esa fuerza tiene 'El Patio de Fidel' , él se brindaba con todo su amor a recibirte y compartir su pasión con esa humildad de un grande. Y cada mes de julio nos reuníamos todos en su patio y se armaban rondas sonoras pujantes y estridentes. La vidala y las coplas hermanadas en un solo sentir. Como cada mes de julio, antes del encuentro de vidaleros y quichuistas que se realizaba en la plaza central de la ciudad de Fernández (Santiago del Estero), la 'previa' se realizaba en el 'Patio de Fidel'".

María Alejandra Roldán

"Hoy 'El Patio de Fidel' quedó triste: se callaron las vidalas, se apagó tu voz, gordo querido...Todos lloramos tu partida. Hasta nuestro encuentro, vuela alto a los brazos del Señor. Aquí tus recuerdos quedaron grabados en mi corazón. Por tantos momentos vividos no es un adiós, mi gordo, sólo te adelantaste. Espérame en el cielo, corazón". "Así lo despedía mi prima Claudia...esa fuerza del sokoy de Fidel hecho vidala, hecho canto, era la que nos daba a todos los que tuvimos la posibilidad de compartir y pasar por su patio, la posibilidad  del encuentro cargado de magia: la vidala".

"Hoy las cajas están en silencio, con el cuero tenso de de dolor a la espera que la voz aflore para recordarlo con el honor, el amor y la gratitud que se ganó en cada uno de nosotros".

Fidel Ferrández

"La vidala es eso: la familia, el amor, la tradición. No pasa por los escenarios. Pasa por el espacio que cada uno habita en su casa, en esa soledad, en esa relación intimista que se vive en el monte y en las ciudades con ese desarraigo de ese monte, de ese paisaje que a nosotros nos es muy propio. La vidala no busca la estridencia del escenario, la vidala es encuentro. Como viene de "vida" está cargada de toda esa magia que la hace única, simple y el Gordo era eso: una persona enorme que se hacía querer por todo el mundo".

"En ese patio también convergían, hace muchos años (en los últimos tiempos no) muchos artistas. Todos pasaban por El Patio de Fidel, la familia estaba ahí, en cada encuentro. Ese es el dolor que uno siente, de haber perdido a alguien muy cercano, que se ocupaba de que absolutamente todo el mundo pueda ir al encuentro de vidaleros. Al Patio de Fidel llegaba gente de todas partes del país, gente que vivía en Buenos Aires o en Ushuaia y venía al encuentro por única vez. Las peñas se hacían los días sábados. Empezaban a llegar y todos paraban en la casa de Fidel. Todo se armaba ahí. Todos nosotros, la familia y amigos, nos encargábamos de ubicar a toda la gente y que todo se lleve a cabo. Los pastelitos se elaboraban ahí. Toda la 'previa' sucedía en la casa de Fidel pero en el Patio se abría la magia del canto y eso lo hacía muy único, porque, imaginate, nos encontrábamos por única vez con algunos vidaleros ahí".

Alesita y Fidel

"El punto de encuentro era la casa de Fidel: hacíamos ronda y nos amanecíamos disfrutando. Y quizás las vidalas que sonaban ahí no sonaban en el escenario, porque en el escenario la impronta era otra. El verdadero encuentro sucedía en el Patio de Fidel. Y por eso se va a extrañar mucho  porque, lógico, él era quien producía esa magia. Él se encargaba de esa magia, y eso lo hace muy fuerte. Podemos recordarlo ahora, pero esa presencia tan fuerte él la producía".

"Yo no quise hablar de todo lo que logramos juntos porque el día sábado me habló un periodista de una radio de Fernández , quien me recordaba con mucha alegría que yo cumplí muchos deseos de él, y eso es maravilloso para mí. Porque al realizar el audiovisual "El silencio del coyuyo" pongo en relevancia a la vidala y, sobre todo, a él. Muchos iban y grababan sus vidalas o el legado de muchos que escribían pero después no lo recordaban o en sus cantos tampoco los anunciaban. Al Patio a veces llegaba gente que ni siquiera conocíamos: periodistas, antropólogos, sociólogos, gente que quería aprender y uno se abría y compartía porque de eso se trata: de compartir. Uno no es dueño de nada. Él no estaba en la búsqueda de eso, pero en el encuentro y por respeto se decía: 'esta vidala la aprendí de...', y 'él me la traspasó de esta forma'. Ese es el respeto. Yo, que soy delegada directa de Doña Ñusta, una gran vidalera de la zona de Guasayán, aprendí que ese es el respeto que se pide a quien va a aprender por primera vez la vidala. Así sea anónima, ponerla en contexto. Entonces, el Gordo era inmenso en eso, su amor, su familia, su corazón, su personalidad. Por eso muchos estamos dolidos por su partida. Yo me quedo con el recuerdo enorme de haberle cumplido en vida muchos deseos que él quería. Y ese es mi mejor homenaje". 

Agradeciendo enormemente el valioso testimonio de María Alejandra Roldán, finalizamos este recuerdo compartiendo un registro audiovisual de 2017 en el el XII Festival Internacional "Sonamos Latinoamérica":

Video: Vidala, por Fidel Ferrández

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