miércoles, 5 de octubre de 2011

La Habana canta a Sabina


Sony Music 8869 793870-2


         Con el extraordinario antecedente del álbum doble “Cuba le canta a Serrat”, aparecido en 2005, llega un tributo a otro gran cantautor español, Joaquín Sabina. Es difícil no establecer comparaciones entre aquella edición precursora y la que actualmente se presenta en Argentina: mientras que el homenaje a Serrat cuenta con una veintena de canciones y sendos intérpretes (entre quienes se destacan la Orquesta Aragón, Silvio Rodríguez, el grupo Aceituna sin Hueso y el recordado Ibrahim Ferrer), esta vez las intenciones parecen más modestas: la selección de intérpretes se limita a la capitalina ciudad de La Habana y el número de canciones es menor. Pero más allá del inevitable cotejo entre ambos lanzamientos, debemos destacar que la calidad del disco que hoy comentamos no le va en zaga a la edición dedicada al catalán.
         Comienza el disco con la enorme voz y talento de Pablo Milanés, coautor junto a Sabina del tema Una canción para la Magdalena, con la que ya nos había deleitado en su disco “Pablo querido”. Esta vez comparte elenco con el grupo Somos Amigos, presente como acompañante en la mayoría de las canciones del disco. Su hija Haydeé Milanés se hace cargo de la canción Que se llama Soledad, publicada originalmente en 1987, cuando Joaquín aun no era ampliamente conocido en esta parte del mundo. Haydeé aporta la frescura de su juvenil voz, secundada por excelentes músicos, que recrean la obra en un ritmo que fusiona raíces cubanas y elementos de jazz. El ritmo caribeño también se hace presente en la personal versión de Quién me ha robado el mes de abril, interpretada por Carlos Kalunga, músico perteneciente al célebre colectivo artístico “Buena Vista Social Club”. En tanto, el tema de amor titulado Contigo, una de las mejores creaciones de Sabina, es uno de los puntos más altos del disco en la voz de Jessica Rodríguez, extraordinaria solista del grupo Somos Amigos.
         Otra voz femenina, habitual intérprete de la obra de Joaquín Sabina, nos ofrece su versión del tema Como un dolor de muelas. Se trata de Ivette Cepeda, quien recrea acertadamente esta composición, basada parcialmente en una carta que le enviara el Subcomandante Marcos al creador andaluz. Por otra parte, Amaury Pérez, destacado cantautor de la Nueva Trova Cubana, recrea con su estilo inconfundible una canción que “le viene como anillo al dedo”: A la sombra de un león. Como si fuera poco esta lograda versión, el tresero Pancho Amat, junto a su septeto El cabildo del son ofrece su propia recreación de la obra firmada por Sabina y Josep Maria Bardagí. En La canción más hermosa del mundo, el dúo Buena Fe, integrado por Israel Rojas y Yoel Martínez recuerda el estilo de Ismael Serrano, por el gran nivel en letra y música y una interpretación cercana a la música pop.
         Mención aparte merece el gran pianista Frank Fernández, nacido en 1944 y que con un gran bagaje académico y popular transforma “mágicamente” las obras que se recrea. Cabe recordar la extraordinaria versión de Mediterráneo en la citada obra “Cuba le canta a Serrat”. Hoy podemos disfrutar su arte sublime en la versión instrumental de 19 días y 500 noches, secundado en percusiones y contrabajo por músicos de Somos Amigos y fusionando la bohemia de Joaquín con el clima tropical que se cuela a través de las teclas del piano.
         Para finalizar el disco, Carlos Varela aporta una obra que ha compuesto junto a Sabina: Tan joven y tan viejo. A pesar de ser conocido por su obra aguda y realista, su estilo cansino no parece ayudarlo a conquistar nuevos públicos y este caso no es la excepción, siendo por ende la canción menos interesante del disco.

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